Yilda la caminante entre los dos mundos.

FORTALEZA TRUENO





Cuenta la leyenda, Que en algún lugar del reino de Ahystor, escondida entre rocas y niebla, se encuentra la fortaleza trueno, una gran arquitectura enana cuyas torres talladas en piedra se elevan al cielo desde la montaña, la larga escalinata que abraza la montaña, tan grande y majestuosa, cuyo final se encuentra frente al gran portón de piedra con adornamientos de finos materiales y gruesos metales, robusta e imponente, solo refleja la grandeza de la cultura enana.

Tras pasar el gran portón, se encuentra la gran cámara, de grandes columnas de robusta piedra sujetan la gran bóveda adornada con arcos, el suelo pulido de fino granito y las grandes antorchas que iluminan el lugar, te hacen empequeñecer con su grandeza, al fondo de esta, se encuentra el gran salón, adornado con metales preciosos, finas maderas y las más exquisitas telas, dignas de la grandeza que solo una fortaleza enana puede brindar.
Mas allá, se encuentran el gran pasillo que comunica las habitaciones, cuyas comodidades son las necesarias para cualquier soldado, al fondo del pasillo se encuentran las escaleras, cuya subida conecta con la gran cámara del Trueno y bajando se encuentra la mina y los calabozos.

La gran cámara compuesta de finos minerales y piedra, donde el gran asiento del Thane preside la sala, a la espalda del gran asiento, se encuentra la cámara de los ancianos, donde los chamanes con su sabiduría dan consejo y guía al líder de la fortaleza, tras esta cámara, protegida por glifos custodios y magia ancestral, se encuentra la cámara de los tesoros, orgullo de la fortaleza.

La gran mina, un laberinto de pasillos y cámaras, donde quien no la conoce encontrara el final de su vida, de donde los enanos extraen los materiales y piedras preciosas de la madre tierra, se extiende como las raíces bajo tierra, al final de este, se encuentran los calabozos, un lugar donde nadie quisiera estar, rodeado de frías paredes de roca y aire viciado, las puertas de metales robustos y bien armados, cuya escapatoria es más que imposible.

Sin embargo, el tiempo y el destino, tenían otros planes para la majestuosa fortaleza, aquella fatídica noche, protegido por la oscuridad de la densa niebla, retumbo el sonido de la alarma por las montañas, la fortaleza estaba siendo atacada, innumerables orcos ascendían la gran escalinata, el gran portón cerró sus puertas con el sacrificio de numerosas vidas, los valerosos soldados, se reagruparon en el gran salón, formando escudo con escudo, hacha con hacha, esperando la embestida del temible enemigo, el portón abrió y los enanos con bravura y valentía guiados por su líder, embistieron contra los orcos, la batalla fue cruenta y duro días, al final, la gran fortaleza cayo y los orcos la reclamaron, los ancianos y los soldados que les protegían, escaparon por las minas, no sin antes asegurar la gran cámara de los tesoros, cuya leyenda dice, que aun con el pasar de los años, ningún orco ha logrado acceder a ella, a la espera del regreso de los enanos y su nuevo Thane.

*Cierra el gran libro de la sabiduría y relatos del clan Rompetruenos*


Esta es la leyenda de la gran fortaleza, tras varios años, aún seguimos esperando la llegada de un líder digno de sentarse en el gran asiento de la cámara del trueno, quizás algún día hija mía, seas tú quien presagia la llegada de nuestro salvador….

Descripcion fisica: Yilda es una vieja enana de cabellos plateados, atractiva pese a su edad, de brazos fuertes, sus ojos son azul zafiro, aunque muchos afirmas que cambian de color a verte esmeralda, sus atuendos son los típicos de una shaman del clan rompetruenos, aunque dada su condición, porta emblemas de distintas criaturas, colgantes y ciertos adornos macabros a la cintura y hombros, la cabeza de una cabra adorna su pelo, en su mano derecha, porta un báculo de madera, normal a simple vista.

A su espalda, un gran escudo de madera de roble, con tallados y pinturas salvajes, calaveras y pinchos lo adornan, a la cintura un garrote de madera, con runas enanas inscritas.

Descripción psicológica: Yilda es tranquila, algo poco común entre los enanos, de buenos modales y de un habla peculiar, trasmite paz y tranquilidad a quienes hablan con ella, aun así, conserva cierto malestar hacia los elfos, pues no parecen caerle demasiado bien, sin embargo es mejor no hacer enfadarla, pues se dice que sus cambios de humor, no suelen traer nada bueno.

Objetivos: 
- Unirse a la causa del líder actual.
- Recuperar el saber y el poder perdidos.
- Reencontrarse con la naturaleza del mundo exterior.
- Llegar a una mejor comprensión de los espíritus que habitan el mundo.
- Recuperar la gran fortaleza Trueno.

MONTAÑA AL NORTE






Han pasado ya 50 años desde la caída de la fortaleza Trueno, los enanos que sobrevivieron a la batalla y los pocos que sobrevivieron de la cámara de Ancianos, formaron una nueva comunidad en unas montañas al norte de Heystad, donde comenzarían la recuperación de su diezmado ejército, tras haber perdido a su líder, la cámara de los ancestros, tomo el liderazgo del clan, a la espera de un líder capaz de retomar la fortaleza Trueno, poco a poco los años han ido pasando y la esperanza de un nuevo líder se fue perdiendo con los años, los enanos del clan rompetruenos, comenzaron a formar familias y asentarse en aquel lugar, aunque hay algunos que aún siguen esperando la llegada de ese líder que los regrese a su época de gloria.

La cámara de los ancianos, poco a poco se fue disolviendo y muchos de los soldados que habían sobrevivido comenzaron a emigrar de aquel lugar a otros asentamientos enanos, pronto la cámara de los ancianos solo fue un grupo de viejos curanderos que contaban historias a los jóvenes, se formó un nuevo grupo que gobernaba a los enanos, sin tener claro un líder al que seguir.

Han pasado ya 224 años desde que el nuevo asentamiento enano se formó, mas mineros que guerreros, extrayendo minerales de las cuevas profundas, el poblado es próspero y consolidado, el cual está regido por un único líder, al cual llaman el señor de la montaña, quien gobierna con mano firme y con el consentimiento de sus consejeros.
En una cueva profunda, apartada del poblado, los pocos ancianos que quedan, quienes han perpetuado aun la tradición y las viejas costumbres, así como los poderes divinos que la madre tierra les otorgo, se dedican a crear pociones y formas de cura para los mineros heridos, redactar la historia del clan.

Sin embargo, entre ellos, aún hay una facción la cual sigue perpetuando la leyenda de la llegada de aquel que recuperara la fortaleza para la gloria del clan, en esta cueva apartada de toda luz alguna, rodeada de antorchas y roca, nace una enana especial, la cual es portadora de un poder particular, el cual no se había manifestado en años, su nombre será Yilda.


Yilda paso su infancia en aquella cueva, aprendiendo todo lo que los ancianos podían enseñarle, pues el conocimiento de su poder, solo se encontraba en las escrituras de los antiguos ancestros, su madre alimentaba su cultura y saber, leyéndole los libros de los ancestros y libros que en sus viajes había traído del mundo exterior, así pasaron los años y Yilda comenzó a crecer con aquellos relatos, pronto comenzaron a manifestarse sus poderes, pues como su nombre indica, ella es la sierva de su dios, era capaz de comunicarse con los espíritus de la naturaleza, verlos e incluso en algunas ocasiones tocarles, pronto las historias sobre su podes, llegaron al poblado, muchos de los pueblerinos, comenzaron acercarse a la cueva de los ancianos, donde pedían a la joven Yilda que se comunicara con sus seres queridos y los guiase al más allá, para que así encontraran el descanso que se merecen.


En un principio, Yilda acepto de buena gana, pronto sus hazañas llegaron a la cámara del consejo y al líder del clan, así fue como a una edad joven para un enano, se convirtió en guía de espíritus, título que se había perdido con el pasar de los años, tras este nombramiento, fue trasladada al pequeño poblado enano, donde atendería las peticiones de todo aquel que necesitara de su don.



Así pasaron los años, y el poder de Yilda fue en aumento, en la pequeña morada donde la habían colocado, comenzó a ver más de una vida, pronto el lugar se llenó de plantas, musgos y flores, que se fusionaban con el entorno rocoso de su estancia, era el único lugar verde de toda la mina y todo aquel que entraba, podía percibir la enorme cantidad de vida que había en aquel lugar, gracias a esto, Yilda comenzó a comprender mucho más a los espíritus y poco después logro comunicarse plenamente con ellos, siguió por la nueva senda que se abría ante sus ojos, pero su exhausto entrenamiento y comprensión de los espíritus se vería interrumpido por un hecho que marcaría su vida, su madre Idris Piedracambiante, había fallecido,  no obstante, Yilda aceptaría la muerte de su madre, pues es de orden natural el que la vida llegue a su fin, sin embargo, esto le daría aún más fuerza para seguir con sus meditaciones y entrenamientos, pues quería poder contactar con su madre, la cual estando allí, podría darle algo más de información, de cómo era el mundo de los espíritus.


Han pasado ya 30 años desde la muerte de su madre y Yilda había crecido ya en comprensión en el mundo de los espíritus, capaz de fusionar su propia existencia con la de espíritus errantes de animales y obtener su forma y habilidades, eran cosas que se escapaban del entendimiento de los enanos de aquel lugar, se daría cuenta de esto y antes de que ocurriera algo, Yilda pediría a la gran cámara y al líder, el iniciar un viaje espiritual al mundo exterior, pues era vital para ella poder ampliar su horizonte, el líder accedió, pero debería cumplir 2 condiciones, la primera que todo artefacto mágico que encontraran en su viaje, pertenecería al clan y segundo, Sele asignaría un guerrero el cual la acompañaría en su viaje, sin embargo si este llegara a morir, debería regresar inmediatamente a la montaña, Yilda acepto las dos condiciones, pues los artefactos no le interesaban, solo quería proseguir expediento su sabiduría y comprender más los dones que se le había dado, tras algunos preparativos, los dos enanos partieron de la montaña con rumbo desconocido.