Aurige
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| Tema: Idril. Buscando el sendero. Vie 08 Mayo 2020, 17:25 | |
| https://www.youtube.com/watch?v=E52rxz2sjRs&list=RDKC-kTC473gQ&index=27 En el Bosque Profundo. Parte I. La flecha cruzo el aire con un silbido clavándose en el pecho del Kobol, después partieron varias más y el claro se quedo en silencio. Idril miro molesta el grupo de pequeñas criaturas, llevaban molestándola toda la tarde hasta que colmaron su paciencia. La sacerdotisa murmuro un conjuro y los cuerpos desaparecieron en pequeñas llamas que se apagaron con rapidez. Después siguió su camino hasta la espesura. Había encontrado algunas zonas marchitas en su exploración del bosque profundo. Los siervos de Enkingal habían hecho un buen trabajo marchitando zonas aquí y allí, con sus altares malditos. Tenia ganas de ir a la zona del corazón del bosque, pero no parecía prudente adentrarse allí sola sin apoyo todavía. Quizás aun quedaban legionarios sangrientos. Encontró el pequeño claro lleno de raíces muertas y de árboles corrompidos que se estaban volviendo cenizas, la elfa los contempló con disgusto mezclado con pesar. Algunas plantas por suerte solo tenían algunas partes heridas. La elfa saco unos pequeños utensilios y comenzó a trabajar, durante un buen rato se dedico a cortar las partes muertas de las plantas y retirar las que estaban marchitas metiéndolas en una bolsa. Pronto comenzó a sudar profusamente pensando en tiempos pasados en el enclave esmeralda. “ Anale estaba junto al estanque, sus largos cabellos verdes acariciaban la superficie del agua mientras esperaba pacientemente a que la elfa a su lado dejase de llorar. - No puedes esperar que la dureza de las piedras cambie cuando lo desees. Tienes que ser como el agua y fluir entre ellas, es otra forma de vencerlas. La pequeña elfa solar de cabellos blancos, miro a su protectora con pesar y tristeza, sonándose los mocos y secándose las lágrimas de sus mejillas. - Nunca me aceptaran como soy. Para ellos soy una extraña que solo se mete en problemas. Nunca me querrán porque soy diferente. - Entonces haz de tus diferencias tu mayor fuerza Idril. Los dioses te han elegido para una tarea, y en ti radica encontrar la fuerza necesaria para realizarla. Tu controlas tu propio destino, no puedes vivir eternamente buscando la aprobación de los demás.”El sol fue avanzando por el cielo mientras la elfa siguió trabajando en el claro, probo varios conjuros de regeneración y de purificar el agua para los pequeños estanques tratando también de aplicarlos en el suelo. Pero ella no era un druida y nunca lo seria. Así que se conformo con intentar sanar la tierra de formas mas mundanas. Retirando las partes muertas y corruptas tratando de darle al lugar una segunda oportunidad. Mientras cavaba un poco para enterrar algunas semillas nuevas Idril descubrió una flecha vieja y rota enterrada, las plumas ya habían desaparecido pero la punta tenia varias marcas en forma de ondas que debió ser la marca del flechero que la hizo. Esa marca le recordó a la de Kilsher y se quedó pensando que habría sido del fiero arquero. “La primera vez que Idril hablo con Kilsher el corazón le latía con fuerza, estaba ante uno de los mejores arqueros del enclave. Eternamente serio y con la mirada decidida de un halcón delante de una presa observaba a la pequeña elfa de ridículo pelo blanco. La pequeña elfa traía varias bolsas llenas de vendajes y de pociones para el grupo que iba a salir a patrullar. El arquero se limitó a cabecear en agradecimiento. - La suma sacerdotisa Siobath me ha dicho que tendréis listas las demás cuando regreséis. - ¿Quién te ha golpeado? Idril se llevó la mano al rasguño de la mejilla, había tenido una tonta pelea con algunas de sus viejas compañeras de la escuela de bardos. Hasta que la profesora las separo y había mandado al templo a que castigasen a Idril culpándola de empezar. Pero Siobath no lo había estimado adecuado y se había limitado a darle un puñado de galletas y mandado a jugar con sus compañeras del templo - Solo es un rasguño, estoy bien Él se limitó a mirarla en silencio con el ceño fruncido levemente. Kilsher había perdido hacia tiempo a la mitad de su familia por culpa de un ataque de drows. Su hermana mayor, su padre y su madre perecieron bajo las flechas cuando estaban de patrulla. Eso había hecho de él una persona taciturna reservada y centrada en la lucha. Que hubiese gastado su tiempo en hacerle esa pregunta era un poco extraña. - Tienes que ser más rápida la próxima vez Idril pensó en el rumor que había oído, sobre que su padre adoptivo pensaba unir las dos familias mediante un matrimonio con ella. Los Liarûr de Kilsher y los Venkerhaë de su propia familia. Imaginarse casada con alguien que nunca sonreía era cuanto menos intimidante.”El bosque se estaba empezando a llenar de sombras, la media tarde era ya bastante avanzada cuando la elfa recogió sus enseres y las bolsas de contención. Mañana seria otro día y volvería a trabajar en ese claro. Tampoco había avanzado mucho, pero quizás en unos días hubiese terminando con ese lugar. Un cuervo negro se posó en una rama observando como la elfa se marchaba por el sendero y alzo el vuelo. - Supongo que la esperanza es la emoción tozuda que existe. " /> | |
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