La casa Stonewall [Rousbac Stonewall]

Mensajes : 9 Fecha de inscripción : 09/09/2018

Prologo:

Nuestro protagonista es un enano de edad un poco avanzada, no sobresale físicamente por encima de ningun otro enano, tiene una barba de poco más de cuatro dedos y empiezan a despuntar unas canas en su cabello castaño oscuro, su melena esta recogida en una coleta a media cabeza. Siempre suele ir con una armadura pesada, una hacha enana y un escudo de pavés al cual el mismo llama Bastión.

Su armadura es una armadura típica de guardia, lógico si te digo que Rousbac fue un guardia, capitán de zona, su sector era el barrio del mercado de Yunqueférreo, el barrio donde nació, donde trabajaba y donde conoció a Sally.

Sally era la mujer de Rousbac, una enana que por suerte de nuestro enano no tenia barba, era una clériga en uno de los templos de Yunqueférreo, siempre estaba como sacerdotisa en el templo ayudando a las gentes con sus problemas diarios pero nunca perdía la oportunidad de coger su maza e ir a una aventura con Rousbac.

Rousbac habia crecido con su abuelo, un enano ya anciano que por aquel entonces solo meditaba en su salón, al lado de su vieja espada la cual llevaba a todas partes con el, incluso mientras paseaba por la ciudad la tenia en el cinto de tela. Era una persona sabia y disciplinada en el arte de la guerra. Rousbac siempre pensó que su abuelo sabia mucho más de lo que le contaba como por ejemplo el paradero de los padres de el y su hermana.

Su hermana, es la ultima que nos queda por presentar para esta historia, Athlia, la hermana de nuestro protagonista era bastante diferente a Rousbac, era una enana diferente, no aceptaba las ordenes de la guardia y siempre prefería robar una manzana a pagarla. Aprovechando que su hermano estaba en el cuerpo de la guardia lo usaba más de una vez para salir impune de todos los problemas en los que se metía.

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*Sally Dwarfina*

Capitulo 1: ¿Qué ocurre aquí?

Aquel día en el que comienza nuestra historia Rousbac estaba meditando, como hacia siempre un par de horas antes de vestirse con la armadura de la guardia e ir hacer su ronda por el mercado.

Todo era normal por aquel entonces salvo una cosa, Athlia, hacia días que no veía a su hermana por ningún sitio, por las calles ya era un suceso extraño de que pudiera verla pero como mínimo siempre podía toparse con ella en casa.

En la casa de los Stonewall vivían los dos ancianos Stonewall, Athlia, Sally y Rousbac. No era una gran casa pero si lo suficiente para vivir de manera cómoda los cinco y tenia su propia forja en la parte de atrás de la casa.

Volviendo al primer día de la historia, Rousbac hico una patrulla tranquila con su compañero, algunos borrachos que creían que podían seguir su fiesta en la calle y unos disturbios menores. Cuando ya volvia hacia el cuartel para terminar pudo ver a Athlia en un callejón entre tiendas.

-¡Eh! Athlia – Grito Rousbac para saludar a su hermana.

Athlia lo miro y de manera fugaz empezó a correr por el callejón con un par de enanos más, escapando de la guardia o de su hermano.

Rousbac, extrañado por lo ocurrido se acerco a la zona donde estaba su hermana y donde el compañero de Rousbac se agacho para recoger un trozo de tela, el compañero lo examino un poco y se lo ofreció a Rousbac.

-Eh jefe, parece que se les habría caído esto – Dijo el enano ofreciendo el trozo de tela a su capitán.

-Gracias Dulvioli - Rousbac cogió el trozo de tela y pudo ver que era un mapa del barrio del mercado, donde había marcado un edificio en concreto. -Por cierto, que esto quede entre nosotros, por favor – Le pidió Rousbac a su compañero.

-¡Claro! Faltaría más, eres el único que no se ríe o suelta un chiste por mi nombre – El compañero de Rousbac parecía que iba a guardar el secreto de nuestro protagonista y se dispuso a seguirlo para terminar el trabajo de ese día.

Por la tarde, un poco antes de llegar el ocaso, Rousbac estaba en la forja de su casa terminando con unos escudos que tenía a medias por ahí, entonces, llego su abuelo.

-Pareces distraído.. - Dijo el anciano cruzando la puerta del porche.

-¿Por qué dices esos?- Comento Rousbac mientras martilleaba un trozo de metal.

-Bueno, ese trozo de metal está más frio que el corazón de vuestra abuela.. - Contesto el anciano en tono de broma.

-Es por Athlia, hace días que no la veo y hoy al verla ha huido de la guardia. - Suspiro y dijo mientras dejaba el trozo de metal inerte en el suelo.

-Vuestra hermana siempre ha vivido un poco atormentada por la ausencia de vuestros padres. Pero esconde algo más y esta vez si tendrías que intervenir. - Dijo el anciano mientras mantenía un aura de misterio en el ambiente.

Después de cenar Rousbac se retiró a su estudio para examinar el trozo de tela que había encontrado en el callejón y no parecía haber nada extraño, solo una marca en un edificio, el que ere el antiguo centro histórico, un edificio que estaba medio en ruinas por un incendio que se propago por el interior, el cual nunca se supo como había ocurrido. Por los bordes había unas runas que no entendía a pesar de parecerle runas enanas.

-¿Runas Duergar? - Dijo Sally desde detrás de Rousbac asomada por encima de su hombro para ver lo que estaba haciendo.

-¿Cómo? ¿Y Sabes leerlas? - Contesto Rousbac extrañado a los conocimientos de su mujer.

-Si, nos la hicieron aprender por un trabajo con unas tablillas hace ya mucho tiempo. - Dijo Sally mientras miraba el trozo de tela.

-¿Qué pone? - Dijo Rousbac

-Da indicaciones de como entrar en algún lugar y diría que son para esta noche...- Se pronuncio la enana mientras miraba con curiosidad a Rousbac.

Rousbac empezó a recoger algunas cosas de su estudio de manera rápida.

-Espera que voy a por mi maza y las botas, nos vemos en la puerta! - Dijo Sally mientras salía corriendo, Rousbac sabia que no podía decirle nada ya que habría sido inútil intentar persuadirla de que se quedara en casa.

Rousbac se preparo cogiendo una armadura, el hacha y su escudo Bastión, se cubrió con una capa y fue hacia la puerta, donde le esperaba su mujer y los dos saldrían de esa casa, sin saber lo que estaba por venir y sin imaginarse donde se meterían.

Al llegar al edificio en ruinas del centro histórico fueron hacia la parte de atrás, al llegar encontraron un cuerpo en el suelo, con yelmo y la armadura de la guardia. Cuando los dos enanos se acercaron rápido e inspeccionaron el cadáver, al quitarle el yelmo las cuencas de los ojos estaban vacías y su rostro parecía chupado, como si le hubieran absorbido toda la constitución del cuerpo mediante una maldición o un conjuro..

-Maldita sea... - Dijo Rousbac por lo bajo y bajó su cabeza mirando al suelo cuando vio que era su compañero Dulvioli.

Rousbac se alzo, dejando atrás su compañero y miro hacia el edificio y dijo..

- ¿Qué ocurre aquí?-

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*Athlia Stonewall*

Capitulo 2:Principio, fin y vuelve a empezar

Rousbac y Sally se encontraban frente el edificio del antiguo Centro Histórico de Yunqueférreo, los dos entraron juntos con las armas preparadas y Rousbac con el escudo, listo para parar cualquier cosa. Tras cruzar la puerta vieron un gran salón con estatuas rotas y medio quemadas, estantes vacíos y vitrinas rotas. El paso de los enanos era lo más silencioso que podían pero con solo su peso se escuchaba la madera quejarse por sus años y las quemaduras que había sufrido, cuando ya habían entrado lo suficiente se dieron cuenta que en esa sala no había nadie pero de una escalera en un costado de la sala subía una presencia mágica o eso dijo Sally que sentía.

La pareja se acerco a las escaleras y pudieron ver una mancha de sangre en la pared que baja, Rousbac se guardo el escudo a su espalda, los dos decidieron bajar para saber que era esa presencia.

Al llegar abajo descubrieron una enorme sala circular, era una biblioteca con muchos pisos hacia las profundidades de Yunqueférreo, grandes estanterías, vitrinas con reliquias y tomos de la historia de los enanos, estatuas de grandes personajes de la historia. Los dos enanos se asomaron y vieron en el fondo de la sala un grupo de encapuchados alrededor de unas runas con una tenue luz azul que formaban un circulo en el centro de la sala. Rousbac y Sally escucharon un fuerte ruido desde las escaleras que habían bajado.

-¡Adelante soldados! - Escucharon y reconocieron la voz, era Thodic, conocido como Martillo Bendito por su participación heroica en una guerra interna contra los no-muertos en el distrito de las minas, era un comandante de los soldados de Yunquférreo.

Rousbac y Sally empezaron a correr hacia abajo sin importar el ruido esta vez, los soldados ya hacían tanto ruido que seguramente ellos no serian descubiertos. A medida que bajaban escuchaban gritos por parte de los soldados y los encapuchados de abajo, Rousbac se acerco a uno de los balcones en uno de los pisos y pudo ver como los soldados habían empezado a disparar ballestas sin cuartel sobre los encapuchados de abajo, Rousbac, perplejo por la situación, pudo ver como unos arcanos encapuchados formaron un conjuro de una bola de fuego enorme y lanzaron hacia la parte de arriba de la biblioteca, hacia donde estaba Martillo Bendito. La gran bola de fuego azul avanzo rápido e impacto certera donde estaban muchos de los soldados.

Rousbac, impactado por la situación vio como algunos enanos salieron volando y en llamas del balcón de arriba del todo, sus camaradas, hermanos de armas y compañeros de patrulla habían salido volando por todas partes.. Los gritos de dolor de algunos enanos en llamas, desmembrados por la explosión y los gritos de algunos encapuchados ensartados por los virotes que silbaban...

Sally reacciono, tiro de Rousbac de la capa para volver a las escaleras y una vez allí los dos vieron bajar un grupo de soldados, corriendo hacia abajo haciendo caso omiso de la pareja. Detrás de ellos estaba Martillo Bendito, con parte de su rostro calcinado por las llamas, pero no paro ni un segundo hasta llegar abajo. Rousbac y Sally no tardaron en llegar abajo, de echo pocos segundos después que los solados, pero al llegar abajo los soldados no pararon y empezaron a matar a los encapuchados, algunos eran simples plebeyos que caían rápido bajo las espadas y hachas de la guardia, otros, parecían más entrenados en el arte de la guerra y opusieron resistencia a los soldados de Yunqueférreo.

-¡Busca a Athlia! - Grito Sally antes de separarse de Rousbac para atender algunos heridos con sus plegarias.

Rousbac empezó a correr entre la pelea para encontrar a su hermana.

Sangre, golpes de espada, hacha y martillos sobre armaduras y escudos, gritos, el ruido que hacían los huesos romperse a su alrededor, Rousbac se preparaba para lo peor, pero llego al centro, donde estaban todos los encapuchados alrededor de las runas que emitían una luz, Rousbac intento acercare a esos encapuchados pero dos figuras se plantaron ante el enano. Dos enanos, de una corpulencia sobrenatural, bajo las capuchas unos ojos con fuego azul y una piel pálida como la nieve...

De repente, de entre la pelea apareció un enano más, por el bando de Rousbac y se paro a su lado, se bajo la capucha y era el abuelo de Rousbac con su espada, como siempre.

-Prepárate, tendrás que superar una barrera mental, no hay tiempo para explicaciones, tú salva a tu hermana y céntrate en tu ki para lograrlo. - Dijo el anciano mientras desenvainaba la espada y lanzaba la vaina a un lado.

Sin decir nada más los dos enanos de ojos azules se lanzaron a por Rousbac y su abuelo, el anciano se adelanto y agarrando a Rousbac por la pechera lo lanzo hacia uno de los lados ocupándose el de los dos enanos malditos. Rousbac, perplejo de nuevo vio a su anciano abuelo luchar con una soltura que nunca había visto. Pero rápidamente volvió a fijar su vista en las runas del centro de la sala.

Rousbac corría hacia los encapuchados, incluso pudo ver a Athlia en el centro de las runas murmurando algunas palabras, Rousbac saco su hacha y Bastión y empezó a cargar hacia el centro, gritando y con el escudo delante para llevarse por delante a los encapuchados y llegar hacia su hermana.

Al llegar a los encapuchados una barrera mágica paro a nuestro héroe, algo impedía que avanzara, no podía dar ningún paso al frente, de repente, Athlia callo y miro a Rousbac, su rostro había oscurecido y uno de sus ojos ahora era azul y brillaba un poco.

-No... - Dijo por lo bajo Rousbac al ver a su hermana.

-Contempla lo que esta por suceder, hermano! - Dijo Athlia justo antes de colocar la mano en el suelo.

El suelo se sacudió, toda la montaña tembló ante esa sacudida, los solados y los encapuchados estaban tumbados, algunos gritos de dolor se podían escuchar, pero ambos bandos estaban por los suelos, la gran biblioteca había quedado hecha una ruina, algunas estatuas habían caído y aplastado a enanos, las vitrinas rotas y los objetos y libros de los enanos estaban en llamas y por el suelo tirados, en medio de todo ese caos un agujero... oscuro y frío que se adentra en el suelo de la gran sala.

Junto al agujero estaba de pie Athlia, observando su creación, Rousbac recupero la consciencia y se alzo cuebierto de mugre y polvo, la caida de piedras habian dañado su armadura y no encontraba su hacha y escudo. Miro al centro y vio a Athlia..

-Hermana.. ¿Pero que has hecho?- Dijo Rousbac viendo toda esa destrucción a su alrededor.

Athlia se giro y mientras que por un ojo lloraba el otro ardía en unas llamas azules de rabia y dolor, gritó y tras ese grito un sinfín de hordas empezaron a salir del agujero, aberraciones oscuras salían de las profundidades del agujero, trasgos, enanos oscuros, sombras de la infraoscuridad... las hordas del mal..

-¡Mis guerreros! No deis cuartel – Se escucho desde atrás de Rousbac, era Martillo Bendito con un gran grupo de soldados y entre ellos Sally, herida pero con maza en llamas, lista para luchar contra la horda de muertos que había emergido de ese agujero. Por otro lado se levantaron los dos enanos con los ojos azules de entre las ruinas, sin un rasguño a la vista y en frente de ellos estaba el abuelo de Rousbac, con la espada en la mano listo para parar el avance de esos dos enanos.

Por un instante Rousbac vio a alguien más al otro lado del agujero, al otro lado de Athlia, un enano diferente de entre todos, apartado de los demás, con una larga melena plateada y una gran barba de igual color, con una mirada que habría jurado que tenia vista ya, ese enano de pelo plateado negaba con la cabeza mientras dijo de una manera que Rousbac escucho a la perfección “No lo hagas”

De repente Rousbac volvió en si y vio como Martillo Bendito cargaba con sus soldados hacia su hermana y el no se lo pensó dos veces y corrió hacia Athlia y se la llevo de un empujón hacia el centro del agujero, los dos se cayeron..

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*Thodic, Martillo Bendito*

Capítulo 3: La nueva aventura

Veamos, ¿Dónde nos quedamos? ¡Cierto! Ya recuerdo..

Rousbac se había tirado al agujero del centro de la biblioteca arrastrado ahí a su hermana para salvarla de Thodic, Martillo Bendito y de la guerra que se estaba librando en la biblioteca y tras un breve periodo de tiempo Rousbac se despertó, en una oscura caverna con varios pasadizos a las profundidades de la oscuridad, Rousbac se alzo y vio como un enano desmembrado cayo desde arriba, donde aun se podía escuchar la batalla, algunos cadáveres caían al vacío, enanos, trasgos, seres con una forma aberrante..

Nuestro enano se acerco a recoger un arma del suelo y ver lo que ocurría a su alrededor, cuando consiguió una lanza miro a su alrededor, buscando a Athlia con la mirada, por un momento escucho una voz la cual reconocía de siempre, al girarse pudo ver a Sally, bajando por unos salientes del agujero ocasionado en la biblioteca...

-¡Rous! Tenemos que volver – Grito mientras seguía bajando por los salientes y en ese mismo instante algo se lanzo sobre Rousbac, algo.. Nunca mejor dicho porque ese ser con los ojos en llamas azules ya no era nada de lo que fue en sus mejores tiempos, era uno de los dos enanos que estaba luchando el abuelo de Rousbac.

El enano de ojos en llamas estaba estrangulando a nuestro protagonista y este no podía llegar a la lanza que tenia a pocos pasos de el mismo, su mano no llegaba a la lanza y sus ojos, hinchados empezaban a cerrarse por la asfixia de las manos del monstruo de ojos azules..

De repente todo acabo... de la capucha de la aberración unos cabellos castaños se asomaron y poco a poco la cabeza del monstruo se cayo al suelo, el cuerpo inerte y sin vida se desplomo a un lado y tras el Rousbac pudo ver la figura de su abuelo, el cual había decapitado al engendro con un perfecto corte por donde no sangraba...

-Lo siento querida.. - Dijo el abuelo con un tono de voz casi de pena.

-A-abuelo – Tosió Rousbac mientras se incorporaba y recogía la lanza, detrás de el aparecía al fin Sally que le ayudaba a levantarse.

-Señor Stonewall, tenemos que retirarnos y volver a la biblioteca, los soldados pretenden derruir el edificio y sepultar la entrada. - Dijo Sally mientras ayudaba a Rousbac a levantarse.

De la oscuridad aparecieron dos ojos azules, de nuevo, llameantes. Alzo una espada bastarda la cual se ilumino en un haz de color rojo que hizo estremecer a Sally que noto el poder oscuro que este ser desprendía.

-Tenéis que iros, yo tengo que ocuparme de esto.. - Dijo el anciano preparándose para la lucha.

-¡No! No podemos dejarte aquí y también falta Athlia – Replico Rousbac a su abuelo.

-Yo me ocupare, tenéis que volver para salir del agujero, Yunqueférreo no puede tener una brecha tan grande a la infraoscuridad. Yo conozco esta oscuridad, encontrare a Athlia y volveremos a Yunqueférreo, tu tienes que volver y ayudar a cerrar el agujero. - Dijo el anciano a su nieto con un tono de voz mandón, de esos que nadie osa replicar.

Rousbac empezó a hilar camino con la ayuda de Sally, de fondo pudo ver como el ser de energía oscura y ojos azules empezó a acercarse al enano anciano..

Despues de esto y llegar a la biblioteca Rousbac recibió un fuerte golpe por parte de Martillo Bendito en la cabeza.. Las ultimas imágenes que Rousbac vio fueron las de su abuelo luchando herido contra el enano engendro y escuchar que decía unas ultimas palabras antes de que el agujero quedara sepultado por parte del edificio del antiguo centro histórico.

-Terminemos con esto... hijo mío.. -

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*Abuelo de Rousbac, señor de la casa Stonewall*

Después de esto poco más se supo de la historia de la casa de los Stonewall, su vivienda sigue ahí ocupada por arañas y ácaros. Algunos dicen que Rousbac esta en las mazmorras pudriéndose, otros que le dejaron marchar por ser de la guardia..

Por lo que yo sé, Rousbac se fue de Yunqueférreo con Sally, los dos salieron en búsqueda de una entrada a la infraoscuridad para encontrar a Athlia y su abuelo.

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