Progreso, a Cualquier Costo. (Astrian Radelix)

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

ACTUALIZADO EL 9/27/2020

Cuenta del juego:
Fate Magician

Nombre del PJ:
Astrian Radelix

Descripción física:

Un elfo de 1.68 de Altura y contextura muy delgada. De hecho, siempre pareciera que usa ropa abultada para parecer más corpulento de lo que es. Su cabellera blanca y su rostro simétrico resulta bastante atractivo a la vista, y esto es algo que Astrian explota de manera consciente cuando puede.

El pelo lo tiene tomado en un perfecto moño, y la cabellera cuelga por lo general lisa y limpia, brillando plateada al sol.

Sus ojos parecen seguir la misma temática, al tenerlos grises claros.

Por lo general, en su rostro abundan expresiones ligeras y sonrisas, como si no se tomase nada en serio. Solo cambia cuando está ocupado en su libro de magia, en cuyo caso su ceño fruncido acentúa la energía algo nerviosa que tiene al dedicarse a su disciplina arcana.

Astrian usualmente se le ve acompañado de su familar Merlín. Una pantera adorable con sus amistades y letal con sus enemigos, Merlín es el perfecto compañero y complice cuando Astrian quiere pasar inadvertido para espiar un lugar o grupo de gente.

Descripción psicológica:
Astrian pareciera nunca tomarse nada en serio. Los constantes comentarios de sátiras, parodias, o simplemente bromas o juegos de palabras pueden en ocasiones hartar o extrañar a la gente cercana, por lo que es bastante cuidadoso de parecer decente y ubicado en un principio. Así, la primera impresión daría una idea equivocada, pues Astrian está lejos de ser el personaje callado o tímido que aparenta. Es solo que tarda tiempo en entrar en confianza.

En su cabeza están pasando constantemente formas de poder avanzar y refinar la comprensión arcana que el mundo y él mismo posee. Su mente altamente inquisitiva toma considera todas las cosas, pero a menos que sea arcano en naturaleza, solo serán una mera curiosidad antes de ser descartadas.

Esto es debido a que profundamente ha tomado la decisión de comprometerse con avanzar el progreso del conocimiento que le permita acumular poder, a cualquier costo. Por supuesto, esto es algo que no es muy bien visto por la sociedad; por lo que Astrian procura siempre mantenerlo como algo relativamente oculto y fuera de la consciencia de los demás.

Sin embargo, en su deseo no conoce límites. Si tiene que robar, lo hará (No lo ve como robar, sino tomar prestado). Si tiene que traicionar, lo hará (No lo ve como traicionar, en realidad nunca hubo ninguna relación para comenzar). Si tiene que escapar, lo hará (retirada táctica es una parte esencial de la estrategia real). Ha trabajado por tanto tiempo así, que ahora le es natural actuar desde las sombras, y su estrategia preferida es pasar inadvertido hasta que sea demasiado tarde (y ojalá nunca lo noten!).

Esto hace que sus asuntos personales sean bastante privados. Pocas veces ha podido compartirlos sin recibir juicio o rechazo de otros, por lo que ha aprendido a guardar silencio con sus proyectos, en su lugar contentándose con mantener las relaciones tranquilas y amenas con comentarios sin sentido.

En todo caso, llevar una vida así le ha causado ciertos problemas o incomodidades reales con la intimidad y cercanía de las personas - pero estos son temas los cuales prefiere no hablar ni pensar.

Por otro lado, Dawn pareciera actuar como un guardián de Astrian. Ciertamente que Astrian lo respeta y lo trata con reverencia (aunque una que otra ocasión lanza una broma).

Objetivos del PJ:
- Acumulación de poder y riquezas como el primer paso para cualquier otro plan.

"Ya que estoy acá, más vale que aprenda rápido. Hora de afirmarse."
[Mediano Plazo]

- Avanzar con su conocimiento arcano hasta un nivel satisfactorio.

"Es necesario que mi poder más grande sea mi propia capacidad. Debo dominar las Artes Arcanas hasta estar cómodo con mi conocimiento."
[Mediano Plazo]

- Refinar su habilidad para ocultarse y pasar inadvertido.

"Cuando la magia falla, debe haber algo que pueda hacer como último recurso. Me pregunto qué."
[Corto Plazo]

- Establecer una "Tienda" que pueda usar al mismo tiempo como Cuartel General. Así puede vender u ofrecer algún servicio para ganar dinero, y las ganancias las puede invertir en construir un laboratorio arcano en el subterráneo.

"Oh, ya hay una Academia de Magia!... Hm... Ya lo tengo! Haré mi propia tienda, donde venderé juegos de azar y mujerzuelas. Ok, quizás mujerzuelas no, y en lugar de juegos de azar quizás sea artilugios arcanos. Pero Brillante!"
[Largo Plazo]

- Oculto.
"Y para mi truco final..."

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

En el pasado...
Astrian el Débil.

-Tu familia está muerta, pequeño.
La frase fue rematada con el sonido seco de la mano de la madre caer contra el piso.
El pequeño Astrian, de apenas un metro de altura, miraba desde cierta distancia, en silencio. En sus ojos las lágrimas estaban a punto de brotar, y sus labios tiritaban con la tensión propia de querer gritar de tristeza y desolación. Más la voluntad y orgullo del niño apoyaban su deseo de no mostrar debilidad.

Demás estaba decir que la pesada hacha negra de la muchacha también le instaba a guardar silencio.

-No vas a decir nada? No me vas a encarar? No vas a luchar? Te vas a quedar ahi parado como un cobarde?

Los rojizos ojos de la mujer destellaron con rabia, esperando una respuesta. Sin embargo, los pies de Astrian estaban congelados en el piso.
Entonces el silencio fue interrumpido con el estridente sonido de una bofetada. Siendo el castigo propinado por una atlética mujer a un niño temeroso, Astrian cayó al piso.

-Condenado seas, débil! Que tus entrañas se pudran con tu falta de convicción! Eh, perros! -grito hacia la distancia- Acá tenéis vuestro nuevo recluta. A ver si les dura más que el último.

La muchacha dirigió una última mirada de odio fulminante a Astrian.

-Que esta sea una lección para ti: la única libertad real es la lucha constante. Si no peleas, entonces no mereces tener dominio de tu vida. Bienvenido a tu destino, esclavo.

Un último golpe a la sien fue lo que bastó para que Astrian comenzase a perder la consciencia. Lo último que escuchó fueron los pasos de los otros acercarse a él, y entonces nada.

*****

Astrian el Esclavo.

Desde los 15 hasta los 59 años, Astrian se comportó como un recluta a la fuerza de la agrupación que había destruido su hogar. Hubiese sido su final, pero Astrian era bastante inteligente, y las palabras de la muchacha se grabaron profundamente en su consciencia. Lejos de llorar o victimizarse, cuando el elfo pisó la guarida de los bandidos lo hizo con la intención de buscar la mejor forma de servirles. Y no solamente servirles - beneficiarlos. Impulsarlos. Elevarlos. Tenía que ser astuto si lo que quería era destacar de manera sutil entre sus filas, pero no tenía prisa - de todas formas, no tenía donde más ir.

Así, mientras los demás se comportaban de manera lastimera, Astrian procuró mantener silencio y esconder el dolor de la perdida de su familia con el fin de dominar su presente y su futuro de manera proactiva. Y en su tranquilidad observó el campamento, buscando maneras de mejorar la organización y estructura. Poco a poco sus sugerencias fueron llegando a oídos correctos, y siendo sus ideas realmente buenas, no tomaron tiempo en ser implementadas. Al principio pareció como si los cabezillas mismos fuesen los responsables, pero con el tiempo fue imposible negar que los oportunos comentarios del joven elfo influían positivamente en las estrategias de los líderes.

Tardó un tiempo, pero luego de 35 años Astrian había pasado de ser un esclavo a un socio no reconocido de los bandidos, y un extraño consejero para otros campamentos de bandidos cercanos. Y su agrupación de una pequeña hermandad a una organización criminal organizada.

Hubiese sido un lindo triunfo, y el mismo Astrian estaba bastante orgulloso de ello, pero no estaba destinado a durar. Esta sería la segunda ocasión en la que el elfo vería que sus esfuerzos terminaban en ruina para todos.

En una reunión especial, los líderes de la sociedad habían acordado que la presencia de Astrian estaba amenazando demasiado su autoridad. Y tomando la decisión, acordaron su asesinato. Se le llamaría a una reunión extraordinaria con el líder con la promesa de liberación y dinero, pero en ella solo lo estaría esperando su verdugo. Para ojos de los demás, sería presentado como que Astrian intentó asesinar al líder de la sociedad, en un arranque de avaricia. Era el plan perfecto.

La reunión sería mañana.

***

Astrian el Conspirador

Por supuesto, el plan falló. Lejos de ser una reunión desconocida, Astrian tenía ojos y oidos en todos lados debido a su relación los esclavos y su cantidad de contactos. Para cuando recibió la invitación, rio al saber perfectamente bien de qué se trataba. Sin embargo, en su risa había cierto miedo - también significaba que sus horas estaban contadas. Si intentaba escapar, se darían cuenta y lo matarían de todas formas. ¿Cómo solucionarlo?

-Pues que todo arda! -Fue su respuesta.

Astrian sabía perfectamente que este día podría llegar, y sabía bien qué medidas podía tomar para cuando ocurriese. Habiendo realizado todas las preparaciones, marchó a su encuentro con el líder de la sociedad criminal, guardando su as cuidadosamente bajo la manga durante todo el camino.

Entonces entró a la sala de seguridad, y esperó pacientemente a que el cabezilla se presentase.
Don Montivelli apareció pronto. Su gran figura robusta reposando sobre la lujosa silla de madera negra. Su piel grasienta perfectamente cubierta por los refinados ropajes.

-Astrian, Astrian. Has hecho mucho por nosotros, muchacho! Quién iba a pensar que alguien como tú podría ser tan significativo para nuestros planes! Bendito el día en el que asesinamos a tu familia, muchacho.

-Don Montivelli, saltemonos estas insensateces y pasemos directamente al tema que nos reune: mi muerte.

El comportamiento jovial y relajado del criminal cambió radicalmente ante el abrupto comentario del elfo. Y es que no solo fue el comentario, sino también su forma de actuar. Este tipo sabía que lo iban a matar, y aún así se comportaba relajado!

-Qué es esto? -preguntó Montivelli- Supongo que no tiene sentido pretender más, pero me intriga saber cómo es que lo sabes?

-Mientras hayan esclavos, me enteraré de todo siempre. Y ustedes dependen de ellos tanto... Es verdaderamente lamentable.

-Ya veo... Pues se me ocurren algunos a los que deberé asesinar. Después de ti por supuesto -dijo Montivelli, haciendo un gesto hacia una de las esquinas oscuras de la habitación.

Astrian no tuvo ni que mirar para saber que el asesino se escondía ahí. Pero no importaba - solo tenía que conseguir tiempo.

-Ah, sí, eso. Verá Don Montivelli, me temo que morir es algo que no me tienta mucho en este momento, por lo que me gustaría postergarlo. Con o sin su permiso, claro.

-De verdad eres un imbécil, lo sabes? No hay nada que puedas hacer para postegarlo, en todo caso.

Afuera de la habitación, un sonido familiar causó una sonrisa de alivio en el rostro del elfo.

-Yo no, pero ellos sí.

La puerta se abrió de golpe, y dos guardias entraron, uno de ellos tapándose una sangrienta herida en su brazo derecho.

-Don Montivelli! Los Guardias! Debemos Alistarnos!
-Qué pasa, hombre?!
-Los esclavos!
-Los Esclavos! -coreó Astrian.
-Los esclavos? -preguntó Montivelli.

-Señor, los esclavos se escaparon! Están armando una revuelta! Están quemando todos, las casas se están cayendo, hay gente muerta por todos lados, Dios mio es una carnicería!

-Pero como es posible que esto haya pasado! ¿Cómo no los pueden controlar? ¡Y los guardias?

-¡Los guardias también están locos, Don! No todos, pero algunos están en pánico!

-Además Don, los esclavos aguantan demasiado. ¡Rick atravesó a uno con una espada justo en el abdomen y el maldito siguió luchando como si nada! ¡Se sacó la espada y le cortó la cabeza!

-Ah, excelente, eso es lo que pasa cuando agregas al suministro de comida un poco de polvora y polvos mágicos de Tasha -observó Astrian, en un tono ligero-. El caos suele ocurrir pronto.

-Qué es lo que has hecho? -Preguntó Montivelli, horrorizado- los has envenenado?

-No, solo he motivado a que liberasen su rabia interna. Quien sea que haya comido del almuerzo de hoy experimentará un estado de pánico o rabia de 10 minutos a 3 horas. Esto puede comenzar en cualquier momento.

-Estás loco?! -gritó Montivelli - Si te pillan también te matarán a ti! Y no hay escapatoria de acá que no sea a través de ellos! Estamos atrapados todos!

-Sí, así es. Estamos todos jodidos jaja -se rio Astrian, al tiempo que palpó el frasco bajo su manga-. O ustedes en realidad. Como dije, yo no me quiero morir. Así que puede que no pueda escapar, pero no tengo para qué. Adiós!

Y entonces Astrian sacó el frasco con un truco de manos, y bebió el contenido. No tardó mucho en que su figura desapareciera de la vista de todos.

La poción de invisibilidad había funcionado. Y al tiempo que todos actuaban gritando y buscándolo frenéticamente, jamás sospecharon que Astrian se hallaba valientemente escondido en el cuarto de escobas y aseo cercano. Desde aquel refugio improvisado, pudo escuchar los alaridos y golpes de violencia propinados en el exterior. Duró por un buen rato, pero eventualmente terminó. Y tras esperar un período de tiempo prudente, salió para observar la conclusión

Estaba todo quemado, destruido, y en caos. Algunos cuerpos todavía decoraban de manera grotesca la escena. Y esto le recordó por un momento vividamente el día en el que abandonó su hogar.

- Pero ya no estoy allá. Y si dejo de luchar, pierdo mi libertad. Por mi libertad, entonces!

Y se alejó de la guarida, para nunca más ser visto.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

Actualización Ficha e Historia de Personaje 26/9/2020

Trasfondo Astrian Radelix.

Prólogo - Antes de Dormir.

La música se estaba apagando, al igual que las velas y antorchas más cercanas. Dónde antes estaban presentes múltiples conversaciones, ahora el lugar estaba casi en silencio, las 3 o 4 personas presentes estando calladas para no perturbar el ambiente.

Astrian estaba con la mirada perdida, mientras hacia danzar la cerveza en su jarra. Ya estaba sintiendo el sueño y el cansancio clásicos que vienen después de una buena tanda de alcohol - lo único que le permitía estar completamente inconsciente por un buen rato.

- Ya estamos cerrando, elfo. A menos que vayas a pedir otra cosa, mejor que te marches.

Levantó la mirada y la fijó en el cuidador de la posada, y tras asentir, se levantó tranquilamente y abandonó el edificio. Afuera la noche estaba helada, y los alrededores callados y oscuros. No había nadie caminando en las calles.

Por puro impulso caminó hasta la plaza central, y observó alrededor. Los árboles se mecían suavemente en la noche, el sonido de las hojas moviéndose al viento siendo como una melodía para sus oídos.

(Como en los viejos tiempos)

Se echó al lado de un árbol. Era probable que el común de la gente no lo pudiese apreciar, pero su linaje élfico todavía le entregaba cierto contacto con la naturaleza difícil de ignorar, aunque fuese olvidado por la mayoría de la gente. Por lo tanto, le era un lugar bastante cómodo.

Sacó de su bolsillo una pequeña cajita de metal, una de sus pocas compañeras en todos estos viajes, y la abrió para tomar un poco de su contenido: una fina hierba del sur, con propiedades relajantes.

Dejó parte del contenido en su pipa, y luego con un dedo creó una llama mágica, con la que dio inicio a sus últimas caladas de la noche.

No tardó mucho tiempo antes que comenzara a dejar de sentir el cuerpo, y a perder contacto con la realidad. Esta sensación familiar ya la conocía bien, y sonriendo se echó a un lado para apoyarse del todo en las raíces del árbol, y dormir.

Sin embargo, antes de perder completamente la consciencia sintió un pinchazo de dolor en el corazón. No dolor físico, esto era más bien como un vacío...

(Ah...) pensó, casi del todo ido, con mal humor. (Creo que esta será una de esas noches...)

Primer Sueño - Ansiada Libertad.

La puerta estalló con violencia después de la patada que Aldman le propinó con furía. El candado saltó lejos y se perdió en la oscuridad de la caverna, sin mayor ceremonia.

-Mierda Aldman, de verdad lo hiciste! -exclamó Astrian, sorprendido.

- ¡Todavía no somos libres elfo, corre!

En eso tenía razón. La vieja guarida de esclavos estaba en caos después de que Astrian hubiese envenenado los suministros, pero todavía quedaban esclavistas lúcidos, y estos estarían felices de matarlos si los viesen escapando.

Corrieron al gran salón, teniendo cuidado de mantenerse lejos de las habitaciones y lugares donde se escuchaban gritos desgarradores y lamentos. Se escondieron de múltiples grupos de refuerzos, fácilmente ocultándose en todo el pandemonio, y finalmente llegaron hacia el salón principal con la salida de las cavernas.

Pero este lugar, precisamente al ser la conexión con el mundo externo, también estaba repleto de personas y peleas. Astrian podía ver bien a otros esclavistas, manteniendo a raya a antiguos compañeros esclavos, los que los atacaban con desquiciada euforia - consecuencia de ingerir el líquido presente en la comida.

- Qué demonios echaste en la comida, Astrian? -preguntó Aldman, horrorizado.

- Lo que necesitabamos para que esto pasara... Maldita sea, no podremos salir -masculló Astrian con desesperanza, al ver que había una gran cuadrilla de guardias bloqueando la salida.

- Me niego a quedarme acá un día más con estos malditos. Ponte detrás mio y sígueme de cerca, Elfo. Las cosas se pondrán feas.

Dicho esto, Aldman tomó una antorcha de la muralla y ante la mirada asustada de Astrian comenzó a prender llama a todo mueble u objeto inflamable cercano. El fuego pronto comenzó a propagarse desde el interior, y entonces ante las llamas y el humo tanto esclavistas como esclavos desquiciados se vieron empujados hasta la salida, creando un verdadero caos.

- Ahora Elfo, sígueme de cerca, que abriré paso! -ordenó Aldman, y entonces comenzó a cargar hacia la puerta, pisando cuerpos, mesas, sillas, y lo que fuese necesario para pasar por sobre la muchedumbre y escapar de la caverna.

Habría sido una idea desesperada, de no ser porque Aldman era uno de aquellos esclavos realmente valiosos. Hombre de Anorand, de 2 metros de alto y tremendamente fuerte, le fue fácil apartar a todos los patéticos esclavistas del camino. Y Astrian, siendo pequeño, le era fácil aprovechar el camino creado.

Entonces, en medio de humo y maldiciones, lograron salir del sistema de cavernas donde operaban los esclavistas. Era de noche, por lo que la unica luz eran las llamas en la noche. Alejándose de ellas, corrieron y se escondieron detrás de unos escombros en las cercanías, necesitando recuperar el aliento.

- Aldman, que has hecho?! -ahuyó Astrian, quien estaba seguro que más de la mitad no conseguiría escapar con vida del fuego. Los alaridos y lamentos de quienes todavía no lograban huir confirmaban del todo esta sospecha.

- Lo que necesitabamos para que esto pasará... -respondió Aldman, tociendo y tratando de recuperar el aliento.

- Van a morir todos... Pero somos libres! A mis 82 años pensé que esto nunca pasaría! -dijo Astrian, asustado.

- Creo que el único que podrá aprovechar la libertad serás tú, Astrian...

Astrian dirigió una mirada preocupada a su único amigo que había hecho en este maldito lugar. Y abrió los ojos, con rabia e impotencia, cuando se dio cuenta que del pecho de Aldman brotaba una abundante cantidad de sangre.

- Alguien me hirió en la salida... Nuestro camino termina acá, Elfo. Haz que valga la pena...

Y entonces, tociendo sangre una última vez, Aldman exhaló profundamente, y no se movió más.

Astrian miró a su amigo en medio de la oscuridad, con los gritos y alaridos resonando de fondo. Y en ese momento agridulce, juró que el siguiente lugar al que fuera, él sería el maestro... Nunca más el esclavo o sirviente.

A cualquier costo.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

Segundo Sueño - Dulce Traición

- Soldados, por acá -ordenó el capitán-. Rodeen la casa, Rowan no debe escapar.

Astrian observaba de lejos como la operación se estaba realizando. Los antiguos guardias del pueblo estaban rodeando ahora la casa del antiguo líder del asentamiento, y estaban alistándose para ejecutar su arresto.

- Todavía no puedo creer que esto esté pasando -murmuró Sebastian a su derecha-. Siempre he estado seguro de la traición de Rowan a la aldea, pero jamás pensé que alguien me creería.

Astrian se mantuvo en silencio, observando con cuidado y esperando la señal del capitán para entrar a la casa.

- Gracias Astrian... -dijo Sebastian, en tono sincero-. Sin ti, no creo que podríamos haber recuperado el liderazgo de nuestro asentamiento...

- Bueno... si no hubieses compartido conmigo los documentos confidenciales que detallaban las actividades de Rowan, esto no habría pasado -observó Astrian.

Entonces el capitán de los soldados dio la señal. La casa estaba asegurada, y el ex-lider Rowan estaría siendo apresado en su interior.

Astrian y Sebastian se adelantaron y entraron a la casa, escoltados por los soldados. Cruzaron el lobby y llegaron hasta el comedor, en donde se encontraba un viejo hombre de espesas cejas y expresión molesta, apresado por 2 matones.

- Astrian! Sebastian! -Gritó Rowan, enfurecido- Qué significa esto? Ustedes son los responsables de esto??

- Guarda silencio Rowan -respondió Sebastian- Años traicionando a nuestra gente, ya era hora que fueses juzgado como un traidor.

Los ojos de Rowan destellaron con furia al comprender que sus mejores sirvientes ahora estaban usurpando su poder. Entonces el ex-lider miró al elfo con odio.

- Cuando te encontré a mis 20 años, pensé que había conocido al consejero que estaba buscando para gobernar este lugar con éxito. ¿Cómo dudar de ti después de 60 años compartiendo? Eras mi amigo, Astrian... Ahora puedo ver que con cada escalón que subiste, tu único objetivo era hacerte con el poder de este lugar. ¿Cómo pudiste?

- No tengo porqué darte explicaciones de lo que hago. Solo te diré que para la otra ten más cuidado con lo que haces a escondidas... Llévenselo a los calabozos.

3 de los 6 soldados abandonaron la casa del líder, llevándose al viejo con ellos como prisionero. Entonces Sebastian sonrió satisfecho.

- Esta hecho. Rowan morirá mañana ejecutado por crímenes de traición al asentamiento, y con ello quedaré yo como líder. Estoy pensando en que lo primero que decretaré será... ¿qué pasa?

Sebastian detuvo su reflexión en seco cuando vio que los soldados comenzaron a acercarse a él, con actitud intimidante. Les dirigió una mirada inquieta, y luego miro a Astrian buscando respuestas.

-...Compartir documentos reales también es considerado como un acto de traición, Sebastian -afirmó Astrian, apartando la mirada-. Esto no puede ser ignorado.

-¿Acto de...? Me vendiste también?! -Exclamó Sebastian, al comprender finalmente que Astrian lo había delatado con la guardia-. Confíe en ti esos documentos porque nuestro pueblo necesitaba liberarse del bastardo de Rowan! He actuado siempre con lealtad a nuestro pueblo! ¿Cómo puedes hacer esto?!

- Una vez más - no tengo porqué dar explicaciones de lo que hago. Para la otra, trata de encontrar medios más honorables y legales de conseguir tus cometidos. Soldados!

Entonces, ante la mirada atónita de Sebastian, los soldados lo apresaron y se lo llevaron a los calabozos, comprendiendo perfectamente bien que la pena por traición era la muerte.

- Así que está hecho -dijo una vocecita con un tono curioso-. Por un momento pensé que esta fechoría te daría demasiada verguenza como para llevarla a cabo, pero me equivoqué.

-No te metas en lo que no te importa, Dawn -espetó Astrian al pseudo dragón que ahora entraba por la ventana a la casa-. Esto tenía que ser hecho.

-Hm quizás. Bueno, vender a Rowan está alineado con tu intención de ser el maestro y nunca más el esclavo... Desde ese punto de vista, lo entiendo... Pero Sebastian también? Por qué le traicionaste a él?

Astrian fijó su mirada en Dawn por unos segundos, sabiendo exactamente la respuesta, pero no queriendo decirla en voz alta.

-Será que acaso lo traicionaste porque te has enamorado de su esposa? He visto cómo miras a....

-Suficiente Dawn -cortó Astrian, dando media vuelta para estar listo para marcharse.

-Descuida Astrian, no te juzgo. Solo estoy acá para cuidarte. Pero solo quiero decir que acciones como esta siempre traen sus consecuencias... A tus 144 años, es algo que deberías saber.

Astrian escuchó las palabras de Dawn, y sabía que estas tenían significado. Pero por el momento, decidió ignorarlas. Ya todo estaba hecho, y en este punto en su vida eso era todo lo que bastaba: convertirse en el maestro de este asentamiento. Y ahora tenía las puertas abiertas para acercarse a Elena...

Con algo de fortuna, en unas décadas más todo sería exactamente como él quería.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

Tercer Sueño - La Caida

Estaba abriendo cajones y cajas, con desesperación, buscando algo. Desde afuera de su habitación solo venía silencio, aunque él sabía bien lo que estaba a punto de ocurrir.

-Astrian, qué pasa? Ven a la cama... -pidió Elena, a quien había tomado de esposa hace unos 40 años atrás.

Para un humano, 40 años era mucho tiempo. Afortunadamente Astrian comprendía bien lo futil que era enamorarse de una humana o raza menor, por lo que estuvo bien que su corazón se uniera al de una elfa - una de las pocas que quedaban en estas tierras.

- Tenemos que irnos Elena, ahora -declaró Astrian con urgencia- Me he enterado de algo, y estamos en peligro.

Elena abrió los ojos con sorpresa, pero no hizo ninguna pregunta. El talante de urgencia de Astrian le bastó para comprender que no estaba bromeando, y por tanto se levantó y comenzó a vestirse, evidentemente preocupada.

-Creo que todavía tenemos una oportunidad, si tan solo puedo encon... Acá está! -dijo el elfo con alegría, sosteniendo en lo alto un documento que era el compromiso de los Lords del asentamiento en dar su apoyo incondicional al lider, en este caso Astrian.

-Me he enterado que esta noche intentarán un motín en mi contra, pero si logro llegar con los Lords antes, creo que todo estará bien...

Astrian y Elena abandonaron la habitación, y marcharon con paso seguro en medio de la noche hacia el Salón de los Lords, que era el edificio donde los civiles con mayor influencia se reunían a tomar decisiones en el asentamiento. En un principio era un lugar intimidante, pero después de tanto tiempo, cada Lord se había convertido en un verdadero amigo para Astrian, por lo que estaba seguro que esto funcionaría.

Cuando abrió la puerta, toda esta seguridad se desvaneció.

Herbert, el Lord principal y mayor amigo de Astrian, tenía una espada incrustada en su pecho. Su expresión de pánico se grabaría por siempre en la cara de Astrian, al mismo tiempo que la espada era retirada, y su cuerpo caía al piso sin vida, junto al de los otros 4 lords.

-Astrian! En buen momento llegas -dijo el asesino, acompañado de otros 10 hombres listos para luchar-. Me ahorras el viaje hasta tu casa para matarte.

-Meldred -dijo Astrian, pronunciando el nombre del traidor con una fría ira.

-Meldred, que estás haciendo?! -Exclamó Elena, horrorizada ante el acto que acaba de presenciar.

-Lo que es necesario para ajustar las cuentas madre! Ya era hora que este elfo pagará por sus pecados -Meldred fijó una mirada de odio en Astrian-. No me importa ni interesa qué tipo de encantamiento le has hechado a mi madre, Elfo, pero a mi no se me olvida quien fue la serpiente que causó la muerte de mi padre Sebastian. Hoy te haré pagar con tu vida.

Elena se llevó una mano a la boca, sorprendida. Habían habido rumores antes de algo extraño, pero escuchar esto en una situación tan seria le daba un giro completamente distinto.

-Es esto cierto, Astrian? -preguntó, no queriendo escuchar la respuesta.

Astrian estaba en problemas. Mirando alrededor, se percató que los hombres se habían posicionado en la única salida, bloqueándola. Estaba rodeado, superado en número de 10 a 1, y completamente sorprendido.

Suspiró profundamente y miró a Elena con una mezcla de amor y tristeza.

-Te amo Elena.

Entonces de una manga sacó un vial, y bebió su contenido rápidamente ante la mirada atónita de su esposa... quien luego no lo pudo ver más cuando el efecto de invisibilidad hizo efecto.

-Maldita sea, serás una serpiente Elfo! Huyendo y dejando a tu esposa sola? Mereces la peor de las muertes! -gritó Meldred al aire, al tiempo que blandía su espada inutilmente en el lugar donde antes estaba Astrian.

Entonces Meldred abrió la puerta y salió del edificio, gritando al aire.

-Corre elfo, corre! Y nunca que tu rostro nunca más sea visto por uno de nosotros, o la muerte será tu único destino!

Astrian todavía estaba en el edificio, oculto en un rincón. Y con lágrimas en su rostro, sabía bien que no podría volver al asentamiento...

Elena estaría bien - Meldred, su hijo, claramente la amaba y la cuidaría. Pero él jamás podría disfrutar tranquilamente de su compañía de nuevo. Era demasiado peligroso tanto para él como para Elena, pues estaba seguro que Meldred no se cansaría hasta verlo muerto.

Lo había perdido todo.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

Cuarto Sueño - El Vago en las Sombras

La noche era tormentosa, y una gran cantidad de lluvia caía del cielo inundando la tierra. En su camino, Astrian trastabilló, y sin poder afirmarse cayó al lodo. Completamente exhausto y avergonzado, decidió que lo mejor era quedarse tirado en el piso en lugar de levantarse.

No sabía cuanto tiempo había pasado desde que huyo del asentamiento. Años? Décadas? Todo era una nube confusa...

Su primera intención había sido el abandonar el lugar definitivamente, pero la imagen de Elena se le presentaba todos los días en sus sueños. ¿Cómo dejarla atrás, si la amaba? Y aún estaba viva!... Aunque estaba seguro que ella ya no lo querría ver más, después de enterarse de lo que Astrian había hecho.

Por lo demás, ya no estaba seguro de si conseguir poder valía la pena... Tantos amigos y relaciones muertas y asesinadas por querer conseguir esto, el dolor era demasiado.

Por lo que decidió vagar en las cercanías del asentamiento, sin saber muy bien qué hacer. El caos y aburrimiento le llevaron a retomar sus antiguos estudios arcanos, y en su mochila habían un montón de libros de magia con diversas anotaciones y garabatos en sus páginas.

-Te vas a morir si no te levantas de ahí, Astrian -afirmó Dawn con dulzura desde la oscuridad.

-...Y eso es malo? -inquirió Astrian, sarcásticamente.

Dawn negó con la cabeza, pero decidió ignorar la pregunta retórica.

-Te vas a quedar ahí para siempre? -preguntó con cariño, siempre fiel a su maestro aunque no lo pudiese comprender bien.

-...Hasta que se me olvide que existo -respondió Astrian, desanimado.

-Dudo que eso pase...

Dawn se posó en una roca al lado de Astrian, sin tocar el lodo pero sin alejarse mucho de su amo.

-Tienes 295 años Astrian. Hemos vagado sin rumbo por este lugar durante décadas. ¿Cuánto tiempo más estaremos acá?

Astrian miró al cielo estrellado, sin saber muy bien qué decir. El futuro era algo que no le importaba en lo más mínimo, por lo que responder esta pregunta era difícil.

-Cuando Elena se muera -respondió finalmente, poco convencido-. El día en el que ella muera, yo quedaré libre de ser la sombra en este lugar.

Dawn dedicó una mirada afectuosa a su amo, comprendiendo bien el dolor por el que pasaba pero sabiendo que no había mucho que él pudiese hacer.

-De acuerdo. El día en el que ella muera entonces te recordaré este momento.

Astrian cerró los ojos, aceptando el lodo como su cama durante esta noche. Elena era una elfa... tendría que pasar mucho tiempo antes que llegara ese día, por lo que podía olvidarse del tema en paz.

-Por cierto Astrian... Hay un mercante en el último pueblo al que pasamos, que vendía esta Hierba del Sur que es bastante relajante...

-Ni hablar de hierbas ni drogas, Dawn. Quién hace esas cosas es un débil de la cabeza, te lo he dicho muchas veces.

Dawn lo miró a la distancia, queriendo decir algo al respecto, pero decidiendo mantener silencio.

Entonces Astrian perdió la consciencia.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

Quinto Sueño - El Final del Amor

Un día extrañamente lluvioso. Pareciera que del cielo cayera una cascada continúa...

En el cementerio, habían cientos de personas. Entre lágrimas y lamentos, poco a poco se iban marchando, dejando el lugar cada vez más vacío mientras se acercaba la noche.

Eventualmente el lugar quedó vacío. Y eso habría sido todo... de no ser porque cuando todos se marcharon, una figura súbitamente se reveló en la oscuridad, al finalizar voluntariamente el efecto de invisibilidad que la protegía.

Posó una mano con cariño y tristeza sobre la lápida que se erguía sobre el recién cubierto sepulcró.

"Aquí yace Elena de Lanthor - Amada Madre y Leal Compañera. Que su luz siempre nos guíe desde los cielos."

(Jamás pensé que llegaría este momento, pero acá estoy... Desde pequeño que comprendí bien la importancia de no involucrarme demasiado con humanos, porque sus vidas son intensas y breves, y encariñarse demasiado con ellos es como encariñarse con el aire que respiras...)

(Pero tu Elena... Como elfa, realmente pensé que estarías conmigo para siempre... Jamás pensé ni por un momento que estaría presenciando esto...)

(...Y acá estoy)

Astrian miró largamente la lápida, sabiendo que este momento era solo para él - el amor de su vida ya no tendría que preocuparse nunca más de asuntos terrenales.

Luego levantó la mirada y la fijo en el valle que estaba frente a él. A lo lejos se podía ver las ruinas de lo que antiguamente fuese el asentamiento que él había controlado por un tiempo... En el que vivió con Elena un hermoso sueño. Un hermoso sueño que ahora no era nada más que polvo y piedras en el olvido.

A sus espaldas escuchó un ruido, y lo reconoció de inmediato como el sonido de las alas de Dawn.

-Sí, lo sé Dawn... ha llegado el día que hace tiempo prometí.

-Lamento lo que estás pasando, Astrian. Me habría gustado que hubiese sido de otra forma.

-Esta es la única que tiene sentido para mí -respondió Astrian.

Entonces ambos guardaron un largo silencio, dándole espacio al momento para que pudiese alcanzar profundidad y guardarse en el corazón de ambos.

Después de unas horas de silencio, Astrian dio unos pasos atrás de la lápida. Suspirando profundamente, se limpió las lágrimas de su cara con la manga de su túnica, metió una mano en su bolso y sacó una pequeña cajita metálica. La abrió y sacó un poco del contenido -unas finas hierbas del sur- para echarla en la pipa, y dar una profunda calada.

El efecto se sintió casi de inmediato. Toda la tristeza y vergüenza desapareció, para dar lugar a una bendita calma.

-¿Estarás bien Astrian? No me gustaría que esto se convirtiera en una pesadilla para ti...

Astrian le dio una mirada relajada a Dawn.

-Descuida... No hay nada que pueda hacer por una muchacha muerta.

Entonces el elfo dio media vuelta, y abandonó el cementerio. Sería la última vez que pisaría esta tierra, y la última vez que vería las ruinas del asentamiento.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

Epílogo - El Final de un Sueño

-Astrian? Eh Astrian, despierta!

El elfo sintió unos suaves golpes en su hombro, y poco a poco comenzó a recuperar la consciencia. Eventualmente abrió los ojos, y se dio cuenta que estaba tirado en la plaza de Nueva Heystad.

Se había quedado dormido una vez más ahí, en medio del frío.

Con la consciencia se hizo presente un dolor de cabeza bastante desagradable, y dolores físicos producto de la mala posición al dormir.

-Mi cabeza... -dijo el Elfo, al tiempo que se ponía de pie y trataba de recuperar el sentido de orientación.

-No puedes seguir quedándote dormido acá Astrian, te vas a enfermar.

Astrian se refregó los ojos y dio una mirada a quien le hablaba. Se dio cuenta de una pesada armadura dorada y una voz amistosa.

-...Aramir -dijo al fin, reconociendo a su amigo frente a él.

-Que está pasando contigo? Desde que apareciste de nuevo has estado muy raro. Estás seguro que la joya del cronomante solo te hizo perder tiempo?

Astrian asintió, recordando bien el último suceso extraño de su vida.

(La jungla de Kodvo. El tiranosaurio que derrotamos en conjunto. Me separé del grupo y me encontré con una joya en el piso. En ese tiempo Aramir era apenas un escudero, y Heystad tenía bancas... Intenté utilizar la joya, pero algo salió mal, y perdí el conocimiento.)

-Todavía no puedo creer que hayan pasado 3 años. Para mi solo fueron 10 minutos... -dijo el elfo, colocándose una mano en la frente para apaciguar un poco el dolor.

-Yo tampoco lo entiendo bien, pero pasan cosas muy raras en estas tierras... ¿Estás bien?

-Sí, sí, todo bien. Es solo que desde esa joya he estado teniendo sueños extraños... Escenas al azar que no recuerdo muy bien de dónde vienen, o cuándo ocurrieron... parecieran ser de otra vida? O mi pasado, quizás?

-Pensé que no recordabas nada de tu pasado.

-Y no lo recuerdo, pero he estado soñando, y ha sido extraño...

Astrian cerró los ojos, intentando recordar y darle sentido a lo soñado... el escape de una guarida, un amigo llamado Rowan, un asentamiento a lo lejos...

(Elena)

Astrian bajó la cabeza, sintiendo una punzada de dolor en su corazón.

-Hey, de verdad estás bien? Te noto muy raro Astrian.

-No es nada, estoy bien hermano, todo bien -dijo, mientras se obligaba a sonreír.

El elfo alzó una mano en gesto que nada ocurría, y acto seguido metió la mano en su bolso para sacar una pequeña caja metálica y una pipa, la cual cargó sin demora.

-Solo necesito un poco de esto y todo estará perfecto... -dijo, antes de dar una profunda calada a la pipa, y aguantar el humo en sus pulmones durante una buena cantidad de segundos antes de soltarlo.

Aramir lo observó con el ceño fruncido, comprendiendo bien que algo molestaba al elfo, aunque no supiera qué.

-Sabes Astrian? A veces me da la sensación que estás huyendo de algo....

Un comentario tan inocente le dio un duro golpe a Astrian, quien sintió la afirmación como un balde de agua fría. El elfo fijó la mirada por un segundo en su amigo, antes de desviarla.

-Déjame en paz Aramir. No estoy huyendo de nada -respondió con algo de molestia.

Aramir levantó los brazos en señal de paz.

-Tranquilo, como digas.

Astrian bajó la cabeza.

-Disculpa Aramir, solo... necesito estar en silencio un rato.

-Te entiendo... Hey, deberías tomar un poco de aire fresco. Quizás Dawn te pueda acompañar. Dónde está tu familiar?

Astrian se rio por lo bajo antes de responder.

-Dawn está muerto... -afirmó en un susurro.

-...Pero qué? Cómo, cómo pasó eso?

Por un segundo Astrian sintió ardor en sus ojos, pero se limpio la cara con su manga con rapidez. Sintiendo la mirada de preocupación de su amigo, decidió poner fin al tema.

-Ah, descuida Aramir. Nada de esto importa. En unas horas más habré olvidado todo, y todo será normal. Podremos conversar con Angela, Lyanna, reirnos con Nelia y quizás Lisange, compartir con Sid y Fen... Por qué no mejor enfocarnos en eso? El resto no importa. Te parece?

Aramir le dedicó una mirada preocupada a Astrian.

-De acuerdo -respondió al final, cediendo por el momento-. Vamos a los troncos, conversar con los demás siempre es bueno.

Y entonces ambos se marcharon, dejando el tema en el olvido.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

La Voluntad del Viento

Es una noche profunda en Heystad. Las luces de los faroles iluminan los caminos principales y la fogata cerca de la salida, pero hay muchos lugares en la espesura que quedan a salvo de la luz rojiza tenue del fuego.

Un silueta se haya en medio de esa oscuridad. Sentada sobre una roca, cualquiera que observase de fuera le sería fácil pasarla por alto.

Tomó su pipa e inhaló profundo, subiendo la mirada al cielo. Las estrellas brillaban hermosas en la bóveda oscura.

Soltó el aire y el humo, y dibujó aros de distintos tamaños y colores frente a si. Estos flotaron tranquilamente en un inicio, alejándose con pereza de su creador.
De pronto una violenta brisa se levantó, y como si estuviese particularmente enfadada con este suceso, barrió con agresividad el humo del aire.

-El viento está soplando muy claro hoy, Merlín -dijo con suavidad de repente, pensativo.

A su costado, oculto entre la maleza y el pasto, una pantera levantó la cabeza y dirigió la mirada a su compañero, sus ojos brillando con curiosidad.

-Pues necesito aprender, no? Por más que leo y leo no logro comprender la novena esfera, y es muy importante que lo haga -sonrió divertido- Pero los desafíos los manejan muy bien acá, y pareciera que ayuda extra no es muy necesaria. Y de verdad que me interesa demasiado comprender cómo se detiene el tiempo... Te imaginas? Estoy tan cerca...!

Miró de soslayo a la pantera, dirigiéndole una mirada de complicidad. Merlín, por su parte, le dirigió una expresión que el elfo conocía muy bien, y causó que se riera.

-Sí, eso es cierto. Es lamentable, el aire de acá me gusta mucho. En verdad los amo, pero hay una energía muy rara. Hay una sensación que no me puedo quitar de encima, y no quiero importunar a nadie. Para qué? A veces es mejor aceptar, guardar silencio y alejarse.

La pantera le miró fijo, parpadeando por unos segundos, antes de dar un gigantesco bostezo, y mirarle atento una vez más.
Las hojas comenzaron a moverse lentamente al tiempo que una brisa nocturna y fresca, llena de aromas silvestres, se levantaba y recorría el lugar. El sonido de la vegetación mecerse podría entregar paz a cualquier corazón atormentado.

- El viento dirá... por ahora, hay otra pregunta que me interesa mucho responder antes de seguir al viento, porque siento que es importante....

El elfo bajó la vista, y cerró los ojos, buscando profundamente en su consciencia la respuesta a una única corriente de consciencia.

(En verdad todo me da igual. No estoy buscando nada, porque lo que sea que encuentre me atará, y valoro mucho la libertad)

(No necesito mucho para estar contento. Mientras menos planes tenga, mejor...)

(Entonces por qué esta sensación de que debo estar acá?)

El elfo respiró profundo, y al poco rato entró en una profunda meditación.

Mensajes : 12 Fecha de inscripción : 19/11/2017

Primer Trance - La Mujer Profeta

Los gritos y alaridos eran tremendos en el mercado. Distinto tipo de gente ofreciendo diversas y exóticas comidas competían por la atención de los aldeanos, quienes marchaban con prisa.

En medio del desierto, el sol que brillaba iridiscente e inclemente hacía las cosas peores. Tanto tumulto de cuerpos y maldiciones eran suficientes para marear a quien sea que no estuviese acostumbrado.

El elfo había entrado por error. Buscando comida, no se dio cuenta cuando las tranquilas calles se convirtieron en un violento y confuso tumulto.

Era su intención comprar, pero esto era un infierno. Cansado de la situación, tomó la decisión de entrar al primer lugar con la puerta abierta y recuperar un poco de aire y silencio. Ya podría pedir disculpas a quien importunase.

Dicho y hecho, la primera puerta abierta fue aprovechada, y de un salto Astrian salió de la muchedumbre para entrar a un lugar sombrío y silencioso.

Se limpió las ropas y revisó sus bolsos, convencido que alguien le habría robado algo. Estaba tan ocupado que le tardó tiempo percatarse que no estaba solo en el salón en penumbras. Desde las sombras, unos ojos femeninos miraban al elfo con diversión.

Cuando Astrian estuvo convencido que tenía todo, levantó la vista y observó el lugar. Entonces chocó con la mirada atenta de la mujer.

-Llegas tarde.

El elfo ladeó la cabeza.

-Perdón? -dijo, confundido. Entonces reparó en que había entrado sin avisar y levantó las manos- Oh, no, creo que se confunde, seguramente usted estaba esperando a alguien más, yo he entrado sin querer, lo lamento, solo necesitaba un poco de...

-Yo nunca me confundo -afirmó la voz con dulzura.

El elfo guardó silencio, algo desprevenido.

-De... acuerdo? Igual eso no puede ser tan cierto, de repente pecamos de confianza y afirmamos cosas que no son. La gente no toma esto lo suficiente en cuenta y se apresura demasiado en declarar y luego se equivoca.

La mujer asintió, sonriendo.

-Estaba avisada de tu tendencia a comentarios desatinados.

Astrian abrió la boca para decir algo, pero al final la cerró, cediendo ante el punto.

-Lo lamento, no es mi intención importunar -dijo sincero.

La mujer sonrió

-Descuida, no hay problema... Este es un encuentro que estaba esperando.

-En serio? Estabas hablando en serio?

-Por favor, toma asiento conmigo. Hay algo que debes saber...

La mujer entonces encendió una vela, y la habitación se iluminó apenas lo suficiente como para que el elfo pudiese distinguir lo que estaba ahí: Una modesta mesa, cubierta con una tela de terciopelo púrpura oscuro. Sobre ella había una gran esfera de cristal. La luz de la vela penetraba en ella y era reflejada en múltiples colores alrededor, creando figuras e ilusiones bastante extrañas y enigmáticas en las murallas oscuras del salón.

Astrian tomó asiento frente a la mujer, y ella suspiró profundo. Colocó las manos alrededor del orbe y entonces comenzó a murmurar palabras extrañas. Al poco rato en la esfera comenzó a brillar una luz, aunque Astrian no lograba distinguir nada en ella.

-No has llegado acá por accidente, Astrian Radelix -dijo la mujer, con una voz más profunda-. Durante mucho tiempo has vagado, perdido, en distintas tierras, sin propósito ni destino. Has pensado muchas veces que eres como un hijo abandonado a su suerte, una hoja en el viento. Pero tienes que tener presente que esto no es así. Este es el primer evento de muchos por venir que te mostrarán con mayor claridad el camino que todavía debes recorrer.

Astrian estaba estupefacto. Los ojos abiertos reflejaban una mezcla de curiosidad divertida y confusión incrédula. ¿Quién era esta mujer?

-En este instante poco o nada sabes de lo que te espera, pero es importante que tengas presente cuál es la labor que debes cumplir. Pronto la vida te llevará a que te enteres de un misterioso lugar. Este lugar te atraerá pues contiene la promesa de misterios ancestrales y olvidados. Tu vida comenzará poco a poco a girar alrededor de encontrar esta tierra, pero no importa cuanto lo intentes, no entrarás a ella antes que sea el momento perfecto, y conozcas a las personas que han sido destinadas a proporcionarte valiosas lecciones.

-Este lugar es uno que debes encontrar. Una de las personas que te ayudará en esta búsqueda, la conocerás en unos años más, en extrañas circunstancias. Te salvará de un terrible destino, y quedarás en deuda para siempre con él. Tienes que saber que de su sangre manará la respuesta que te permitirá comenzar la investigación más importante en tu vida.

-Pero debes tener paciencia... Esa respuesta no llegará de la forma en la que esperas, ni cuanto lo pidas. Ocurrirá solo cuando seas capaz de demostrar que puedes actuar por lealtad, en lugar de motivación personal.

El elfo parpadeó atónito. En el aire se produjo un silencio, y pareciera que el momento estaba esperando la respuesta del elfo. Sin saber muy bien qué decir, solo atino a preguntar lo primero que se le vino a la cabeza:

-Y cuál es el nombre de esta persona?

- A esa alma la conocerás como Valdrik Blake.

Entonces la esfera dio un chispazo fuertisimo. El brillo fue tanto que cegó a Astrian, el cual tuvo que levantar los brazos para cubrirse el rostro, o habría quedado cegado.

Para cuando bajo las manos, estaba de vuelta en una plaza bajo el calor inclemente del sol, todavía en la ciudad.

No había ni rastro de lo que había ocurrido recién.

-...Qué mierda me fumé? -fue lo último que musitó, mirando con una mezcla de pánico y confusión alrededor.