Cedrick Shaw, Forjando a la bestia

Tema: Cedrick Shaw, Forjando a la bestia Sáb 21 Oct 2017, 02:19

En una casa muy grande, de unos tres pisos, ubicada en los bosques circundantes a la ciudad de Lanthor; Una madre devastada, con el pulso tembloroso y los ojos caídos en las ojeras de varios llantos se acerca a su único hijo varón con una terrible noticia: -Siéntate, hijo mio. Sabes que estas ultimas semanas tu padre no estuvo con nosotros pero que anoche volvió y aún no lo has visto... Luego de esa cacería los tíos le perdieron rastro y ahora le hallaron, pero papá ahora está enfermo; Afuera algo le sucedió y todavía no podemos arriesgarnos a que tengan contacto porque no sabemos el alcance de esta extraña enfermedad *la mujer no puede evitar que alguna lagrima corra por sus mejillas mientras habla, ya que algo le oculta a su hijo, y el muchacho lo nota*...

Ese día fue largo para Cedrick, ni su madre ni sus tíos le dijeron demasiado al respecto, y ni hablar de dejarle ir al sótano donde al parecer su padre estaba siendo "atendido". Se tomo la tarde entera revisando los libros de la biblioteca familiar en busca de algún conocimiento sobre enfermedades... Cualquier cosa que sacie su necesidad de conocer que es lo que sucedía. Digamos que Cedrick siempre intento buscar una solución eficiente a sus problemas pero en este caso el que lo hayan apartado de esa forma le chocaba demasiado.

Un par de días pasaron y los hermanos de Ronald hacían turnos para ir a cazar los alimentos o comprar en la ciudad de Lanthor lo que haga falta en la casa, pero el detalle estaba en que siempre alguno se quedaba en el sótano de guardia, y todo esto generaba desconfianza y malestar en Cedrick que constantemente confrontaba a sus tíos; Logro ir hasta la ciudad con uno de ellos para ver si podía sacarle una pista de que es lo que estaba sucediendo mas todo era una distracción planificada para tenerlo lejos de la casa ya que esta noche habían predicho que la luna llena estaría en el cielo nocturno radiante, pero a la vez acechando y buscando su oportunidad para que lo inevitable sucediera en aquella casa...

Cedrick Shaw, Forjando a la bestia Luna-llena

Era sumamente tarde y el tío que acompañaba a Cedrick ya no encontraba excusas para evitar que el muchacho regrese a su casa. A un par de kilómetros en medio de la noche bajo la luz de sus antorchas el sonido del bosque fue interrumpido brutalmente por un aullido como ninguno que hubieran escuchado antes... El tío Rezack dejo el carro con el que cargaban las cosas que compraron y comenzó a empujar a Cedrick para que se oculte en la espesura cercana pero este estaba como loco por la confusión que le causaba su actitud. Ya que no había forma de evitar que Cedrick se fuera continuaron hacia la casa con el corazón en la mano.

Casi por llegar a la misma algo los encontró primero...

Una criatura bastante grande de pelaje sumamente negro y unos ojos rojos que eran lo único visible en la inmersa oscuridad de la noche comenzó a erguirse frente a ellos sacando pecho y enseñando los dientes. Cuando de sus garras pudo notarse como aún goteaba sangre Rezack empujo a Cedrick con fuerza al grito de -Largo de aquí!!!-, pero la criatura reacciono mal a ello y volvió a postrarse con sus cuatro patas para abalanzarse contra el sacerdote que poco pudo hacer contra la brutal fuerza del animal... Cedrick se levanto y corrió a la criatura para intentar salvar a su tío con un empujón pero los reflejos de esta reaccionaron mejor y le propino un golpe con el reverso de una pata golpeando el rostro de Cedrick y cortándole cerca del ojo; el muchacho no podía creer lo que sucedía mientras Rezack profeso el favor de su dios en busca de fuerza y logro golpear al animal con su puño de tal forma que se lo quito de encima y le hizo dar un par de tumbos hacia atrás.

Para suerte de ambos unos ruidos se escucharon por el bosque y Ronald... o lo que fuera ahora, huyo al bosque. Rezack estaba herido en el pecho pues las garras habían llegado a clavarse por completo, pronto sus pulmones colapsarían y no habría nada que hacer al respecto, Cedrick le ayudo a caminar hasta la casa para buscar algo con que tratarlos pero en la misma los pocos minutos que quedaban llegaron a su fin para el sacerdote.

El lugar estaba como si un huracán hubiera estado allí y había mucha sangre camino al sótano... Cedrick abandono a su tío en la cocina, fue a investigar lo sucedido y la imagen fue completamente devastadora, cayo de rodillas apenas termino de bajar las escaleras tomando a su madre en brazos que portaba su armadura pero aun así su cuello había sido lacerado...

Continuara...

Tema: Re: Cedrick Shaw, Forjando a la bestia Sáb 04 Nov 2017, 07:43

Escurriendo las lagrimas de sus mejillas... lentamente acudió a sus mas básicos instintos, cerro aquella puerta y sabia que nunca mas volvería a sentir esas sensaciones que la vida le había regalado hasta el momento. Su crianza, el cariño de sus padres, las enseñanzas de sus tíos, todo esto iba a guardarse en el, pero no tendría el gusto de experimentarlo de igual forma.

Antes se tomo el tiempo de reflexión, enterró al costado de la casa a su familia y con gran pesar tomo la armadura de su tío mas joven y una estrella del alba para que le sirvan por si acaso... Esa noche había llegado a un fin, el peor de todos, el mas terrible, pero era el fin; El Sol se elevaba en el horizonte, los primeros rayos atravesaban la espesura de los arboles y Cedrick se dio cuenta que no estaba solo.

Casi desnudos, llenos de cicatrices; El, con una espesa y desalineada barba; Ella, con interminables trenzas de su largo cabello observaban al joven expectantes, con una serenidad extraña para Cedrick que aun se encontraba por demás perturbado. Entonces hablo Ella -Cedrick- dijo la mujer, pero el joven cazador mas se extraño pues no les conocía de nada.
Cedrick:- Como sabes mi nombre? *pregunto con cautela*
Elena:- *ella sonrió y trasmitiendole su serenidad contesto* Somos guardianes de este bosque... te conozco desde que tu padre trajo a tu madre hasta aquí muy poco tiempo antes de que nacieras...
Cedrick:- *el, devastado y sin animo alguno no termino de convencerse con ello* Y donde estaban los guardianes cuando mas se los necesitaba! *exclamo sollozando*

Los guardianes entendían muy bien al joven, y por lo que llegaron a hablar con Cedrick estaban al tanto de lo que acontecía en la casa, pero en el bosque existía otro problema que se captaba su atención.
Se fue con ellos ya que no era seguro quedarse en la casa y prometieron ser sinceros con el respecto a lo sucedido...
Fue el tercer druida de ese circulo el que se descarrilo, era un licantropo pero tenia control sobre la maldición y amaba a Elena, pero ella nunca le correspondió, cuando solo ellos tres quedaron vivos en el asentamiento druidico las disputas comenzaron y fue transformando su cabeza hasta creer que si no podía tener lo que quisiera debían irse de "Su Bosque"; Desde aquel momento estuvo asolando el bosque, corrompiendo todo lo que podía con su odio irremediable.

Ronald y sus hermanos ayudaban a los guardianes antes que fuera capturado... pero luego de que escapo del corrupto druida este mantuvo ocupados a los guardianes atacando el circulo druidico constantemente para echarles. Cuando pudieron hacerse un tiempo para ver a Ronald ya era tarde, ahora pensaban que con la ayuda de Cedrick podrían acabar con el traidor, pues el odio del Sediento Cazador seria mucho mas grande que el despecho de Archie el Asolador...

Tema: Re: Cedrick Shaw, Forjando a la bestia Mar 07 Nov 2017, 14:16

Abandonó la pesada armadura para no hacer demasiado ruido, y con los poderes de los druidas se camuflo entre los matorrales, juntos avanzaron con cautela hacia lo oscuro del bosque.

En busca de Archie se encontraba el cazador,
estaba furioso y había negrura en su corazón,
rápidamente sus instintos brotaron hasta el exterior,
y en esto no era muy distinto a lo que su padre muto.
Contaba con un cuchillo y nada más
sólo para asegurar que su presa no podría evitar;
La mortífera carga que se daba lugar.

Llegaron al sitio y entre las tinieblas les tocó caminar,
los guardianes le guiaban en el sombrío lugar,
nada les perturbada pues eran difíciles de localizar.

Vieron espectros y a algún animal,
que corrompido por la locura aullaba sin parar,
el cazador a pesar de todo no les quería engañar,
estaba aterrado de lo que podría pasar.
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Hallaron una cueva con luz en su interior
y prepararon entonces algún plan de acción,
arremetieron despacio y con cautela;
no podían dejar que la escoria traidora les huyera.

Cedrick tomó la delantera
mientras Archie se levantaba como si de ellos supiera,
y frente a un caldero del cual emergía
una bruma espesa dos apariciones de forma poco definida surgían,
se abalanzaron contra ellas para encargarse los druidas.

Mientras archie molesto elevo un conjuro con el fin de matar,
el joven veloz se le lanzó sin dudar.
Con sus roñosas uñas lograría el ahogue
para la garganta de aquel
, que tenía la culpa de todo su pesar
y sin contemplar se dispuso a acabar...
Con una fuerza extraña pudo perforar
varias arterias del conjunto yugular,
pero no le bastaba con verle sangrar
pues cerró sus manos y le comenzó a golpear.

Uno tras otro sin mirar atrás,
los guardianes ocupados lograron solucionar,
terminaron con los perturbados espíritus y fueron a sacar
a ese shockeado Cedrick que terminó por desmayar...

Antes de despertar sonaba al recordar
como aquel lobo aullante más bien parecía buscar
que se terminen los actos del druida corrupto,
pues era su bosque el que sufría el disgusto.
Entonces despertó sumamente agitado y encontró,
que en su cuello colgaba un extraño medallón,
la cabeza de un lobo oscuro,
con ojos carmesí al joven sacerdote encandiló.
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Tema: Re: Cedrick Shaw, Forjando a la bestia Vie 24 Nov 2017, 08:14

Ahystor fue para el joven cazador una tranquilidad, la gente era mas hospitalaria lo que le facilitaba el buen humor constante...
Valerselas solo tanto tiempo le hizo desarrollar una perspicacia arrolladora para sobrevivir, pronto gracias a estos detalles que el fácilmente notaba en la gente supo que es lo que tenia que hacer para caer bien, como convencer de que el cazador no era mas que un humilde devoto de la aventura y los tesoros, todo bajo el concepto de la "Cacería".
Llego el momento en que cada vez mas gente le acompañaba en sus asaltos, y conscientes o no eso aumentaba las capacidades del sacerdote, cosas que jamas había hecho en Lanthor comenzaron a ser posibles, pues la comunicación con el Sediento se volvió algo fluido; El tenia al pueblo cazando lo que Cedrick quería cazar... Pero algo paso, la naturaleza del Oportunista tenia oculta cierta codicia, ahora el sacerdote no podía retroceder, debía ir hacia adelante y si no lo hacia sentía que iba a colapsar todo en ese instante. Si no estaba en el bosque buscando algún bandido con el que saciar el irrefrenable deseo de ofrecer sus asesinatos al Gran Lobo, estaba en las tabernas de las ciudades haciendo nuevas amistades; involucrándose con todo el que pueda con pintas de tener algo pendiente, pues... Casi todos tienen una cacería pendiente y el tenia todas las herramientas para ayudarlo y complacer al Señor.
A veces manifestaba su indiferencia con los asuntos que tenia participación, otras había algún sentimiento que le hacia fluir con los demás, y fue de estos sentimientos que volvieron a el, luego de tiempo sin ceder a una rutina altamente dañina para si mismo que llego una noche la Pesadilla, que bien podría pasar por un sueño extraño, pero el lo tomo como un presagio a medida que se fue repitiendo en las noches...

"Tiene sed, y el agua no le es suficiente
esta muy agotado, pero se ha vuelto resiliente
siente a un lobo, que le guía al pasado más hiriente."

Mensajes : 24 Fecha de inscripción : 29/09/2017 Localización : Argentina

La Pesadilla

-Llevo horas caminando en círculos... Si vuelvo a ver ese ese arroyo creo que voy a enloquecer.-

*La noche comienza a caer sobre su cabeza, y la luna llega atrayendo compañía. Un aullido despierta los sentidos del cazador, demasiado cercano, demasiado obvio... Un lobo de ojos carmesí y pelaje que acompañan el ocaso acecha a su alrededor*

-Ah... eres tu, ya estoy, ¿me dirás porque me trajiste aquí de una vez o seguiré a ciegas?-
*el cánido procura un leve gruñido y emprende marcha, ahora el sacerdote lo sigue a unos cuantos pasos*
-En este bosque no queda nada, la casa seguro la tomaron rufianes, mi padre no se lo ha visto en años, porque insistes con este triste paraje?-
*comienza a tensarse cuando siente la cercanía con su antiguo hogar*
-Vamos... no hace falta volver ahí... ya no queda nada para mi. Quisiera comprender que es lo que buscas con esto.-
*al ver la casa, la oscuridad se apropia de la escena y algo cambia. Resucitan raudos los sentimientos que aquel día le marcaron, pero en esta ocasión sufren una variante, el esta encerrado, tiene la incertidumbre que Cedrick manifestó, solo que se debe a que le preocupa no poder controlar lo que sucedería... experimenta una gran ira, pero no por que le hayan mentido para protegerlo... sino porque siente una impotencia con su nuevo estado. Finalmente lo conmueve la peor de las tristezas, y no por que perdiera a su familia, es el destino de un final inevitable lo que merma con su voluntad.*

La luna ingresa por una escotilla del sótano mientras el cuerpo del sacerdote se retuerce de dolor por todos los huesos y músculos que empiezan a crecer. Sus manos ahora patas de largas garras afiladas rompen con las ataduras que le mantenían cautivo. Se diría que lo primero que vio cuando el proceso termino fue a su madre con los ojos inundados... Pero no... porque no era el... Esa noche... No... Fue... El.

Durante mucho tiempo se negó a analizar lo sucedido, buscando culpables, buscando una excusa para olvidar; A su padre, a su familia. Él lobo no se lo permitiría pues alguna Oportunidad vio en ello que el cazador aun no, una vez este lo entendió, haría lo que hiciera falta para verlo hecho realidad.

Tema: Re: Cedrick Shaw, Forjando a la bestia Lun 08 Mar 2021, 21:41

Ha pasado suficientes años persiguiendo un objetivo, poco claro, poco ortodoxo, y un poco bastante peligroso. El clérigo mantenía un cierto halo de antihéroe al elegir sus presas, siempre hombres peores que él; pero no demasiado, pues el disfrute en dar muerte siempre estuvo presente. Cuando el pensamiento de que otros llegaban más lejos cediendo a la sed de sangre que el Acechador promulgaba; se forzaba a rememorar viejos recuerdos en busca de una guía.
Aunque el lobo en sus sueños le obligaba a recapitular el pasado, no era eso lo que lo mantenía en la senda; sino aquella vez que sintió el miedo de la víctima y no del victimario como solía ser.
Una noche de luna llena más, los guardianes descansaban y el joven recorría el bosque, pensando que cada aullido podría ser el de su padre, era un rutina de lo más monótona; pero esta vez no era el caso. Entre brisas de viento de un bosque silencioso podía sentirse cada movimiento. La luz que acompaña una hoguera es una estrella en la tierra. Y sus sentidos armonizados con la naturaleza le revelaban una gresca por venir, el sonido de un grito aterrorizado le corrió el eje en un instante. Abalanzarse fue el instinto, pues el miedo se había ido hace tiempo.

Conocía bien el temor de una presa; cuando eran humanos podía ver en sus ojos el arrepentimiento, y algunas veces esa mirada de saberse merecedor de lo que está por ocurrir. Es un terror silencioso, acompañado de un cuerpo que se retuerce y que intenta escapar de lo inevitable. Ese sentimiento no era nada comparado a lo que vio en esa niña; violentada por tres bandidos, completamente en shock, con los ojos dilatados a punto de explotar y la garganta destruida por el alarido del horror. Eso marcó a fuego al sacerdote. En su mente regresó al momento en que su tío le gritó para que huyera; y sintió verdadera empatía por las presas que nada pueden ofrecer, nada que pueda salvarles del injusto destino. Embistió a la escoria y rugió a la niña para que se largara, enervado por la furia de su Dios, acabó con los tres en un baño de sangre ejemplar.

Se había determinado a nunca hacer pasar a una presa por ese lugar, pues estaba ligado a su pasado, y no había honor o valor alguno en ello. Entendió que emular al Acechador no era ser una bestia más; sino un ser pensante, capaz de decidir sus presas, y perseguir un ideal más genuino con su naturaleza.

Rezo por que el bosque protegiera a esa niña, como los guardianes cuidaron de él, más la naturaleza es cruel y allí los bandidos eran el menor de los peligros.

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