El descenso de Ratatösk

Mensajes : 9 Fecha de inscripción : 09/09/2018

CUANDO TODO EMPEZÓ A IR MAL

El pequeño mensajero cruzaba la sede de Imnis con un montón de pergaminos enrollados hasta dejarlos sobre una mesa, en aquel entonces la ayudante del lugar se acerco a el y le ayudo.

- ¿Todo esto ha recogido de vuelta a casa? - Pregunto la ayudante
- Así es.. nunca es tarde para recoger algunos mensajes - Contesto Ratatösk con una sonrisa.
- ¿Como fue el tema ese con Amelia? - Pregunto la ayudante.
- Pues... creo que al final va a salir de esa isla y por suerte Fenrisulf tenia un plan B por si todo sale mal... a ver como acaba todo. - Dijo Ratatösk mientras se movía hacia la chimenea de la sede.

La ayudante se froto la nuca mientras contemplaba su montón de trabajo por hacer y Ratatösk desaparecía tras la chimenea.

Mientras Ratatösk cruzaba el pasillo que conectaba la sede Imnis con su escondite se quedo quieto un segundo y miro a su alrededor...

- Hoy los pasos resuenan menos que de costumbre... - Murmuro por lo bajo para el mismo con el ceño fruncido.

Entro en sus aposentos con cautela y en el frente pudo ver una figura alta, con una capa oscura con capucha que la cubría entero, en sus manos portaba unos libros de Ratatösk y algunos documentos.

- Increíble todo lo que has conseguido recopilar.. pequeña rata.. - Dijo la figura desconocida.

Ratatösk se preparo para lanzarse contra esa figura cuando algo le golpeo con suma velocidad, dejándolo en el suelo tirado. Abrió un poco los ojos y pudo ver unas botas de un rojo carmesí acercándose a el.

- ¿Creías que tanto husmear con el tema de la tablilla que te robamos no traería consecuencias? Te mataría aquí mismo pero creo que sera más divertido venderte a un mago.. - Dijo la figura misteriosa y luego se giro riéndose. - ¡Quemadlo todo! Y meted a la rata en el saco. -

Ratatösk perdió el conocimiento, no sin antes poder ver como varios acompañantes de la figura salían de entre las sombras con lamparas de aceite y uno de ellos con la ayudante de la sede Imnis inconsciente entre sus brazos.

EN UN LUGAR DESCONOCIDO

Ratatösk mal herido abrió un poco los ojos al escuchar gente hablar al final de un pasillo oscuro, fuera de lo que parecía una celda, podía notar que sus pies no reaccionaban y que tenia las manos encadenadas, poco a poco fue bajando las manos y se palpo las piernas y ahí fue cuando se dio cuenta de que le habían roto los huesos de las piernas.

Las voces al final del pasillo empezaban a acercarse y el empezó a arrastrarse pero no podía ir muy rápido y estaba agotado, antes de que pudiera darse cuenta tenia dos personas de pie al otro lado de los barrotes de la celda.

- ¿¡Un brownie!? ¿En serio? Esto no va hacer ganar una buena fortuna... ¿Cuanto? - Dijo uno de ellos.

- Es un regalo de mi señora... Con la condición que se lo vendas al mago ese.. el Doctor Huesos.. - Comento la otra figura.

- ¿Tanto quieres hacer sufrir a esta cosa? Como quieras... a brownie regalado.. -

Ratatösk solo podía ver los días pasar entre sueño y sueño, sus captores le administraban drogas y palizas para que no pudiera moverse mientras se movían de una ciudad a otra.

LA CAÍDA A LA OSCURIDAD

Ratatösk despertó en lo que parecía una celda, atado con los brazos en alto y las piernas colgando, miro a su alrededor pues en aquella sala solo podía ver otros presos atados de la misma forma. Algunos parecían estar vivos y otros.. bueno algunos tenían la mitad de su torso destripado por zarpazos y con las tripas por el suelo, las ratas y gusanos del lugar parecía que tenían alimento para semanas y semanas.

Nuestro pequeño héroe se zafo de las cadenas que le mantenían ahí colgado pero no consiguió nada de nada...

- No te zarandees así que vas a volver a perder el conocimiento - Dijo una voz que aparecía de entre las sombras.

Una figura esbelta, con ropajes limpios y accesorios de oro por todo su indumentaria. Parecía que una persona tan refinada no tenia nada que ver con lo que pasaba en aquel lugar, parecía como si la mugre y la sangre, que en algunos rincones podrían llegarte por la cintura, evitaran tocar a aquel personaje que se mostró frente a Ratatösk.

- ¿Qu-quien eres? ¿Donde estoy? - Dijo Ratatösk entre muecas de dolor y suspiro de cansancio.

- ¿Yo? Pues en esta torre me llaman Doctor o señor. Pero a ti no te hace falta saber nada de eso, tu ya estas muerto.. - Contesto el Doctor.

- ¿Muerto? ¿A que te.. - Los labios de Ratatösk, agrietados y ensangrentados por las heridas causadas no podían pronunciar más palabras..

- Exacto! Muerto, nadie sabe que estas aquí y nadie va a saberlo, tengo entendido que eras un mensajero que- En realidad.. ¿¡Que mas da?! Ahora mismo solo eres un saquito de sangre mágica, no te lo tomes a mal eh. Quiero que desde el primer momento sepas que mis intereses en ti son meramente por tu sangre y sinceramente me da igual como te sientas o como eras. - El Doctor se acerco a Ratatösk poco a poco mientras hablaba con el. - Veras a mi me interesa mantenerte el máximo de tiempo con vida pues así tendré más sangre, no hacen falta estudios para darse cuenta de esto. - Reía el Doctor mientras se ponía un delantal y acercaba una mesita con instrumentos metálicos.

Los ojos de Rata empezaban a cerrarse pues ya mucho se había mantenido despierto en aquella pesadilla viviente.. poco a poco se le cerraban los ojos pues prefería su mundo de los sueños que aquel lugar tan macabro... De repente sus ojos se abrieron de par en par, sus pupilas se dilataron y un grito de agonía recorrió toda la sala y todas las celdas.

- ¡¡No!! No te duermas, que es mejor que estés despierto para lo que esta por venir. - El Doctor que estaba en frente de Rata dio un paso atrás y le dejo ver como tenia una aguja de un palmo clavado en un lateral, entre las costillas.

Ratatösk se zarandeo y grito de dolor, pues por aquella aguja empezaba a desangrarse.. su sangre recorría el instrumento metálico hasta caer en un recipiente que habían colocado debajo de el.

- Shh shh tranquilo que no te he dado en ningún lugar mortal... Si te estas quieto dolerá menos. - Tras estas palabras el Doctor se rió y se cruzo de brazos mirando a Ratatösk.

Rata tosía y apretaba los puños de dolor, pues poco más podía hacer en aquella situación. Sus piernas colgaban y seguían rotas y en muy mal estado.
El Doctor se acerco a Rata con unas tenazas, eran de un metal parecido a la plata por su color, con ellas cogió la aguja del cuerpo de Ratatösk y tiro con fuerza, arrancando esa espina de aquel diminuto cuerpo. Los gritos de dolor y desesperación recorrían todos y cada uno de aquella oscura torre donde estaba confinado. El Doctor coloco su mano sobre la herida de Rata mientras conjuraba algo que le devolvía algo de calidez al pequeño cuerpo, pero de nuevo Rata perdía el conocimiento.

En los días venideros Rata se iba despertando cada cierto tiempo, para el no pasaban ni los días ni las horas pues siempre veía la misma luz todo el rato, solo podía escuchar como aquellos pasos que portaban el dolor y el sufrimiento se acercaban día tras día. El dolor administrado al brownie era de locura, pues el Doctor le sanaba las heridas para así poder seguir siempre que quisiera y lo necesitara. Para que Rata no perdiera el conocimiento le administraban drogas o de vez en cuando le rompían algún hueso, pues querían que la adrenalina corriera por su cuerpo y su corazón hiciera más sangre.. más sangre que generaba día tras día. Le alimentaron a la fuerza y contra su voluntad, le mantenían con vida para así poder drenarlo como a un pozo natural.

El Doctor despertó a Rata - Sabes.. esperaba que sucumbieras a la locura tarde o temprano.. No sé, me parecías más frágil de lo que realmente ere-

Algo hizo callar al Doctor de repente, sus ojos abiertos como platos empezaron a mirar hacia abajo donde podía ver como una hoja atravesaba su pecho.. una hoja con un aura maligna que cuando se retiro del Doctor Huesos este se derrumbo en el suelo.. era su compañero de aventuras Nick, el que consiguió el estoque maldito, detrás de el aparecieron diferentes compañeros de batalla de Ratatösk, Fenrisulf partiendo en dos a unos guardias con su hacha, Lisange apoyando con su arco desde un lado, Lyanna.. Dariella.. Dominic.. todos y cada uno de sus compañeros y amigos de aventuras estaban ahí luchando por el, para salvarlo. Hasta que el Doctor Hueso se levanto de nuevo, conjuro sobre sus guardias muertos y un golem de carne alzo.. Las lamparas del lugar que permanecían apagadas hasta aquel entonces se prendieron con unas llamas rojas que iluminaron aquel conjunto de celdas dejando así ver a todas las pilas de cadáveres, vísceras y huesos en todos los rincones. El golem de carne empezó a moverse y atacar a los héroes de Zanundor, parecía que el golem era demasiado lento hasta que alcanzo a Fenrisulf.. el puño del golem era como una maza llena de pinchos, hechos con los huesos de los cadáveres cercanos, estos picachos atravesaron la armadura del anorando y lo dejaron empalado en el puño del golem. Este lo aplasto contra el suelo mientras los ojos de los otros aventureros no podían asimilar lo que acababa de pasar. Nick, Dominic y Lisange se tiraron los primeros contra el golem y todos fueron cayendo.. Destripados y entre gritos de dolor todos fueron mutilados y asesinados mientras que Rata solo podía lanzar gritos agudos de desesperación e impotencia ante tal escena..

- Ya esta... Así evitaremos que escape - Dijo el Doctor mientras alejaba su mano de la cabeza de Rata, que estaba tumbado en una cama. - Con su mente destrozada no podrá ya ni masticar sin que le demos permiso. Tú, esclavo, cuida de el pues si el muere tu morirás.. ¿Cual es tu nombre? -

- Soy Aldu.. - Dijo un esclavo por lo bajo.

En la mente de Rata ya no pasaban los días ni volvía el Doctor, el recorría los pasillos de aquella oscura torre, arrastrándose como podía entre la suciedad y los restos de la gente muerte, los sollozos del brownie recorrían por los pasillos de su mente mientras que revivía una y otra vez las imágenes de sus amigos muertos.

Poco a poco parecía que podía empezar a mover los pies y las piernas, con el tiempo que era inexistente en su cabeza empezó a caminar por los pasillos hasta que un día encontró una puerta que por su cerradura emergía una luz cálida y dorada. Empezó a andar hasta la puerta, pero esta estaba cada vez más lejos, de repente empezó a escuchar por detrás unos pasos, se giro y vio las botas del Doctor acercándose, las tenazas plateadas en una mano y la aguja en otra se iban acercando, paso a paso.. Rata empezó a ir más rápido hacia la puerta pues no podía alcanzarla, empezó a correr y correr hasta la puerta, pero el Doctor estaba cerca ya. La locura estaba detrás de el, podía sentirlo, estaba ahí. Se giro y se abalanzo sobre la persona que le estaba persiguiendo.

Y abrió los ojos..

Entre sus manos estaban los órganos y la sangre de una persona, su boca chorreaba un fino liquido de sangre y sus ojos que por fin estaban despiertos empezaron a acostumbrarse a la visión de aquel lugar..

El Doctor miraba a Rata desde el otro lado de los barrotes con una sonrisa cínica y de aprobación por ver lo que tenia en frente. Rata se levanto como pudo y vio como sus piernas estaban sanadas y vendadas. Una carcajada del Doctor rompió el sonido de la oscuridad y se pronuncio - Así que el esclavo era algún tipo de clérigo y te ayudo.. Que desgraciado, guardias.. -

Dos guardias entraron en la celda a por Rata pero antes de que estos lo pudieran ver desaparecer todos allí pudieron ver aquella imagen que proyectaba Ratatösk, con el ceño fruncido y la cara ensangrentada, los hilos de sangre que chorreaba por sus manos y un fulgor de odio inexplicable en el interior de los ojos. En un parpadeo desapareció y volvió aparecer, pero esta vez sobre el cuello de uno de los guardias con un trozo de costilla a modo de punzón clavado en la nuca del guardia y de nuevo hizo lo mismo pero esta vez se abalanzo sobre el Doctor con los dientes como arma y buscándole el cuello. El Doctor salto hacia atrás para evitar a la criatura que ahora poseía el cuerpo de Rata. Ambos terminaron en el suelo y el Doctor se zarandeaba de lado a lado tratándose de quitar a Rata de encima, poco a poco se lo apartaba de la cara pero este tenia un trozo de su mejilla entre los dientes y poco a poco se lo iba arrancando entre los gritos del Doctor.. Cuando consiguió quitárselo lo lanzo a un lado y chasqueo los dedos para que algunas lamparas se encendieran.. ahí estaba el.. una imagen que entre las llamas de los faroles era espeluznante, cubierto de sangre y escupiendo un trozo de carne a un lado.. Allí estaba el monstruo que había creado el Doctor, ahí estaba el mensajero ensangrentado.. ahí estaba la Rata.

Y desapareció entre las sombras..

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