Félix Guignoux

Félix nació al sur de Villa blanca, en un pequeño poblado al borde del bosque entre Korth y Povile. vivió una infancia feliz, empañada por los celos a su hermano pequeño, que pronto se convertiría en alegrías y juegos donde su único peligro era lastimarse jugando con su perro Bucky, una cruza de perro con lobo, que a pocos en el poblado  le era de agrado, ya que lo lobos depredaban los animales y los granjeros les daban caza.
Su padre, un leñador de oficio, también carpintero, se pasaba el dia trabajando, mientras su madre  hacía lo propio en la casa. Félix hacía lo suyo colaborando con los mandados.
Tuvo su tiempo de aprendizaje donde iba a lectura y cálculo, pero realmente se la pasaba pensando en ser capitán de un barco y perseguir piratas y descubrir tesoros en cuevas semisumergidas  (su juego favorito) los años transcurrieron tranquilos aunque con dificultades en el aprendizaje de las letras, pero mejor en cálculo.
en su octavo invierno, conoció la tristeza y su dolor profundo, ese invierno crudo se cargó a su pequeño hermano con una peste de fiebre y tos. la casa no volvió a ser la misma, ya no brillaba como antes, ya no se escuchaba la risotada alegre y las pisadas correteando… su  vida no era tan alegre, pero no perdió su sonrisa ni su alegría
ya por sus diez años, vio marchar a su madre con una alforja a cuestas, mientras su padre trabajaba talando en el bosque. esta se acercó y le dio un tierno beso y siguió camino despidiendose con un “se un buen niño Félix” esa fue la última vez que vio la dulce sonrisa de su madre.
la casa, ahora grande , se sentía mas fría, mas vacía, menos acogedora. Le tocaría hacerse cargo de los quehaceres de la casa.
cambió un tiempo la sonrisa por preocupación al enterarse que su madre ya no volvería.
El  invierno siguiente fue muy crudo y hostil, trajo consigo nuevas pestes de fiebre y tos, que por muy poco no se cargan a su padre, fue un mes difícil, con pocos alimentos, viviendo de la alacena y de pequeños animales que logró cazar con ayuda de Bucky.
Para la primavera habían alzado cabeza, a su padre le iba muy bien leñando el bosque y haciendo trabajos de carpintería, Félix por otro lado, mantenía la casa y realizaba los quehaceres con holgura.
para sus trece inviernos, no había peste que pudiera hacerles mella, comida nutritiva, caldos y quesos no les faltaban, alacena llena, almacen a rebalsar  de granos.
Dos años de abundancia le permitieron tomar clases de esgrima con un maestro particular. Se trataba de un hombre maduro, versado en el manejo de varias armas y de otras artes… Félix aprendió a usar la espada larga con buena habilidad, pero se decantó por las espadas curvas ya que eran mas ligeras y el largo de sus brazos le permitían un buen alcance. Aprendió también otras artes, como leer pergaminos que desencadenaban magias, y el manejo del ki, manejar su fuerza interior, calmarmarla y moldearla fue algo que le costó demasiado, pero que pudo conseguir con mucha concentración y dedicación... se sentia empoderado. su entrenamiento duró dos años, hasta que su maestro partió de la aldea hacia nuevas aventuras.
para ese entonces Félix había cambiado los juegos de piratas por cacerías de jabalíes donde se complementaba a la perfección con Bucky
poco mas de un año pasó, en una mañana de verano como cualquier otra, donde encontro a su compañero de aventuras de toda la vida rendido en el suelo, calmo y con una expresión relajada, la muerte había entrado a su casa una vez mas y se había llevado a suy mejor amigo. por primera vez había estallado en llanto sin poder contenerse, reclamando a los dioses que se lo devolvieran. Le tomó meses empezar a entender que era ley de vida. se pasaba los días reprochando a los dioses maldiciendo al destino, ofuscado… contenido por el abrazo de su padre, e interminables charlas sobre todo lo bueno que tuvieron, tratando de aprender lo que le trataba de enseñar su padre, mirar lo bueno, y apartar lo malo…
pasaron los meses y se fueron dos años, de buena vida, de trabajo arduo, de risas y alegrías, hasta una imponente tormenta invernal, que sorprendió a toda la aldea, varios leñadores no regresaron a sus hogares. otra vez… un invierno se la cobraba a Félix.. se unió a los equipos de búsqueda y uno a uno fueron encontrando a los leñadores, ya sin vida. cuando encontraron a su padre, tenía una típica expresión pacifica, como dormido… lo llevaron con Félix y le ayudaron a sepultarlo junto a su hermanito y a su perro.
aguantó estoico las lágrimas mientras se sucedía el pequeño funeral. días después  se encontró en una casa vacía, solo, acorralado por la congoja y lleno de tristeza, lloró hasa que entendió que debía seguir avanzando. miró las tumbas por última vez y juró sobre ellas. “seré tan alegre como siempre lo fuiste tú hermanito” “seré protector como lo has sido siempre conmigo” ”seré fuerte, tan fuerte como tú papá, y cuidaré de los mios como lo hiciste siempre con tus abrazos y cuando flaquee por la adversidad me volveré a levantar mas fuerte, mas protector, y más alegre”  ese será mi eterno homenaje a ustedes, susurró a las tumbas, mientras apoyaba la palma derecha en cada una de las tres. luego se metió a la casa y tomó su mochila y salió, echando llave a la puerta, pero dejando la llave puesta, y . emprendió el camino con paso firme y decidido hacia puerto azul, a por un billete a Daganot  donde yacen cerca unas ruinas de una aldea atacada por un titan… ahí quería comenzar su aventura…