Ingrid Pelofuego, escaldo de Vosslengard.

Hace poco mas de 15 años, Ynga, tejedora de telar en la tribu del oso de Vosslengard, tuvo una hija de un hombre desconocido, fruto de la pasión de una noche. 
Ynga a su vez era la nieta, y única descendiente viva de Eorlund soplador del viento, escaldo de gran renombre en su tiempo, por lo que heredó sus mayores tesoros: el cuerno de guerra que soplaba su abuelo en las batallas, creado a partir del de un dragón dicen las historias; y su espada de empuñadura dorada y hoja helada como el norte.
Ynga nunca pasó la prueba de madurez por lo que jamás dio uso a aquellos objetos, guardándolos en un arcón por años.




A su hija la llamó Ingrid, y esta creció grande y fuerte y siempre muy curiosa por todo.
Le encantaba oír las historias que le contaba sobre su abuelo, acudir a escuchar a los escaldos  sobre la historia de su pueblo, sus jarls y sus batallas, y también acercarse a todo extranjero que pasara por la sastrería donde trabajaba. Y por su empeño en tratar de hablar con ellos y le contaran sobre sus lejanas tierras, consiguió aprender el idioma sureño. Ingrid descubrió los objetos de Eorlund en el arcón y jugaba con ellos en secreto bastante a menudo, haciéndose poco a poco a su uso.

Ingrid creció como cualquier niña de su edad hasta que tuvo 10 años, entonces empezaron a manifestarse poderes innatos que no llegó a comprender y su madre la ayudó a ocultarlos
para que pudiera hacer una vida normal en la medida de lo posible, por temor a que las separaran, llevando desde entonces un amuleto protector que casi nunca se quita. Este hecho hizo que Ingrid fuera más comprensiva con la brujería que otros de su tribu.

Y llegó a la edad de 15 años, cuando debía de hacer la prueba de madurez, cuando ocurrió algo que la marcó: un ataque a gran escala de muertos vivientes sobre la aldea.
Estaba jugando con uno de sus mejores amigos, Tyrval, cuando dos de esas cosas aparecieron donde ellos estaban y lo partieron por la mitad con sus armas. No podía huir a ningún lado, puesto que tenían la montaña a la espalda y a las criaturas delante. Ingrid, poseyendo la fiereza propia de un animal acorralado, tomó la espada de su abuelo, la cual llevaba encima y defendió al resto de sus amigos, a la vez que soplaba el cuerno cuanto podía.
Cuando llegaron los guerreros de la aldea al lugar se quedaron atónitos, pues Ingrid estaba manchada de sangre por todos lados, tanto suya como de Tyrval, y los no muertos hechos pedazos sobre el suelo. Esta muchacha estaba favorecida por Torim sin duda.
Ese día dieron por hecha su prueba de madurez. Por lo que pasó a ser entrenada como guerrera.
Así pues, armada con la hoja y el cuerno de su bisabuelo, escudo y hacha, arco y flechas. Partió hacia el continente del sur, siguiendo los pasos de su actual Jarl Fenrisulf.

Descubrimientos recientes la han hecho saber que esos poderes innatos son hereditarios, y dado que en la familia de su madre no ha habido ningún caso de chamanas u otras cosas, según su madre, sólo podía ser por parte de su padre. Su madre no sabía el nombre, pero le dio una descripción: su padre era un hombre alto, de barba negra espesa, pelo largo, una cicatriz que le había hecho perder el ojo izquierdo, su único recuerdo de él era un amuleto con el símbolo de un búho. Así que Ingrid tomó el amuleto y marchó dispuesta a averiguar quién era su padre.

Recientemente averiguó que otros habitantes de Anorand habían hecho del sur su hogar, como Lunalesia o Dunna, ésta última miembro de su misma tribu y gran herrera. Dunna encargó la misión a Ingrid de conseguir mineral de hierrofrío de una mina que marcó en su mapa y para ello tenía que buscar aliados. Por un tiempo estuvo conociendo a la gente de Heystad y alrededores, para averiguar en quién podría confiar para la misión. Pero todo esto quedó temporalmente relegado a un segundo plano cuando su jarl la llamó para defender Vosslengard de un nuevo ataque no muerto.

Descripción física: La muchacha es alta y fuerte para su edad, midiendo 1.75m y pesando 65 kg. De tez clara, cabellos rojos, ojos verdes y facciones agradables. Suele vestir ropas tradicionales Anorandas de color azul y una capa de piel de oso blanco. En la batalla viste cota de mallas y placas encima, y de arma usa hacha a dos manos, espada y escudo o arco según la situación lo requiera.

Descripción psicológica: Suele ser una muchacha alegre, pero cuando la situación lo requiera será seria. Está en una edad peliaguda por lo que puede tener cambios de humor un poco bruscos. Le gusta la música y las historias, tanto escucharlas como interpretarlas. Es seguidora de Torim y trata de ser honorable en combate siguiendo sus dogmas.