grimgoras
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| Tema: Yenthara Turnak Miér 22 Sep 2021, 02:41 | |
| Descripción física: Enana un poco más alta que la media, de tez clara y cabellos negros, se caracteriza por ser una enana cuidada, con rasgos muy femeninos, y estética meticulosa, sorprendentemente bella en su rostro para su raza. Sin rastro de bello facial y con aspecto físico humanizado aunque grande, fortachona y con muchas curvas, hacen a Yenthara una enana cumplidora de los cánones de belleza femenino pero alejada de los enanos. Con algunas cicatrices por todo el cuerpo que se ven a simple vista. Descripción psicológica: Risueña y con una sonrisa simpática, con la que se le cierran los ojitos involuntariamente, le caracteriza. La enana se muestra bromista, divertida en todo momento. Aunque sus formas son algo toscas y brutas y con los modales típicos de los enanos, la hace ser una mujer afable y campechana allí por donde va, siendo altamente leal a su palabra y su gente. Historia Han pasado semanas ¿Quizá más? He perdido la noción del tiempo… pero en mi mente lo recuerdo como si fuera ayer, y a pesar de que mi madre dice que es todo un honor para alguien como nosotros, a mi aún se me parte el alma en mil pedazos. No puedo evitar cerrar los ojos y ver aquella blanca nieve, dulce espectadora de un dolor que aún pesa en mi pequeño cuerpo. Me llamo Yenthara Turnak, soy una enana escudo de Yunqueférreo, mi historia no tiene glorias ni grandezas más allá de nuestros inmensos muros de piedra bajo la tierra. No tengo mucho tinte que añadir a esto que hoy quiero expresar. Nuestra familia sencilla del clan Turnak, históricamente vendedores y mercaderes de materiales en tierras enana, siempre presente la ausencia de mi padre el cual desapareció por las minas en uno de sus trabajos y nunca volvimos a ver. Mi hermano Adrik y yo crecimos unidos con algo más que un lazo de sangre. A veces parecía que dos personas podrían convivir siendo una sola, para él su vida era su hermana y su sueño, ser importante en el ejército, el “escudo del Rey Teregarth” decía. Mis pasos se acercaron durante una temporada, siguiendo los suyos como esas pisadas que van posándose sobre las huellas en una playa perdida. Y aunque decidí separar mis caminos para dedicarme a algo más concreto y especializado, siempre seguí a mi hermano allí donde nuestros ojos se quedan obnubilados. La batalla de Anorand, la gran batalla contra el Jarl gigante, la ilusión que irradiaban los ojos de mi hermano al empuñar su hacha mientras gritaba al son de sus compañeros, con sus barbas llenas de escarcha “¡Por Anorand!”. El día en que todo enano habría soñado, el día en el que mi mitad fue arrebatada. Ese fatídico día… La avalancha de gigantes de escarcha fue tan devastadora que el orgullo enano se vio destruido en segundos, la sed de sangre convertida en desgracia. Llevo el rugir de los gigantes clavado en mi mente, y ver tu sangre dibujar mi dolor en ese suelo nevado…. Es imposible arrepentirme, cada día que mis pies posan el suelo, de no haber intentado aplacar tu sueño y, además, no haber sido capaz de protegerte mejor, pero Adrik… si puedes oírme dile a Morunn que tiene que cuidar de ti lo que tu hermana pequeña no pudo, y que disfrute de los momentos que a mi me han arrebatado junto a la persona más complementaria de mi vida, ahora vacía. Te quiere Yenthara, y te recuerda mucho. | |
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