A veces creo que tirar unas lineas aqui y las lecciones de Lizz son lo único que tengo para poder conservar la sanidad de mi ya torturada mente. Si tan solo hubiera seguido una carrera militar, quizá a estas alturas sería emperador de algún pequeño trozo de tierra, no dejo de sorprenderme de cuántos problemas pueden estallar en mi cara en distintos frentes y mi habilidad hasta ahora para salir “parcialmente” ileso de ellos, pero como diría mi extinto colega Vilheim “Se llama suerte y se va a terminar”.
Aquí me tienen Kirk, Drebbel, perdiéndome ahora en un arte para gente de mal gusto, la política. Es increible que solo para empezar a cavar un agujero tenga que verme involucrado en tantas burocracias. Si no fuera por la ayuda de Lizz y Souma creo que jamás me sería posible reunirme con las autoridades de Leryathen. Necesito el permiso para comenzar esta pequeña obra, con algo de suerte compartirán mi visión y apoyaran tamaña inversión tan cerca de su ciudad. Cualquier sea el caso, hay un dejo de ironía en cavar un pozo en la tierra para depositar en él mis sueños. Quien sabe quizá sea como una semilla de la que florecerá una nueva realidad… o bien podría ser una tumba para cualquier esperanza de progreso. Veremos...
//la idea es tener una audiencia con las autoridades de Leryatehen.